Alerta en Colombia y Venezuela con contrabando y venta de medicamentos falsos
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Alerta en Colombia y Venezuela con contrabando y venta de medicamentos falsos
Alerta en Colombia y Venezuela con contrabando y venta de medicamentos falsos
LA ASPIRINA, el dolex, el voltarén, vitaminas y hasta pastillas para el reumatismo
y el dolor de huesos figuran en el listado de los medicamentos falsos que más se
comercializan en la capital nortesantandereana./
Foto ©LaOpinión.com.co
Una falsa cura que lo puede llevar a la muerte
LO |.- La Policía Fiscal y Aduanera de Colombia tiene en marcha una investigación en varias ciudades del país, entre ellas Cúcuta, para dar con los responsables de una poderosa banda de falsificadores de medicamentos, quizás la más grande de que se tenga indicios en la reciente historia.
En Cúcuta, tomar un analgésico para calmar algún dolor que lo esté atormentando le puede salir por un ‘ojo de la cara’.
Así como lo lee, el remedio puede resultarle más caro que la enfermedad, todo porque en reemplazo de la aspirina, el dolex o el voltarén que cree estar consumiendo, lo que le llegará al estómago podría ser una cápsula de harina de hacer buñuelos revuelta con ácido bórico, colorantes y hasta talco para el cuerpo.
A esta cruda realidad están expuestos los cucuteños, tras conocerse por parte de las autoridades de salud y de Policía que en la ciudad se comercializan medicamentos falsos provenientes del interior de Colombia y de Venezuela.
Según se desprende de los operativos de incautación llevados a cabo por la Policía Fiscal Aduanera, estos medicamentos son, en su mayoría, analgésicos para aliviar dolores de cabeza, enfermedades de los huesos, infecciones, vitaminas, purgantes y hasta suplementos para bajar de peso.
Investigadores del Instituto Departamental de Salud (IDS) revelaron a La Opinión que se conocen informaciones sobre que en la capital nortesantandereana este mercado negro comercializa también medicamentos falsos para enfermedades de alto costo, como el cáncer y el sida, y para ello se aprovechan los envases y cajas de las mismas marcas que se expenden en Venezuela, “por aquello de que tienen más demanda por ser más baratos”.
También las autoridades sospechan de la presencia en la ciudad de medicamentos falsos para planificar, en especial de la marca Nofertyl, teniendo en cuenta la cercanía con Arauca, donde el año pasado la Unidad Nacional de Delitos contra la Propiedad Intelectual y las Telecomunicaciones de la Fiscalía imputó cargos a dos personas responsables de los embarazos de 40 mujeres que planificaron con el citado anticonceptivo.
Estas amenazas que representan los medicamentos falsos nos han llevado a endurecer los controles y la vigilancia con la cadena de droguerías y depósitos que expenden drogas en Cúcuta, pero en especial, para advertir a los ciudadanos sobre la necesidad de adquirir sus medicamentos en negocios autorizados y plenamente reconocidos, dijo Uribe.
El negocio
El comandante de la Policía Fiscal y Aduanera de Cúcuta, teniente coronel, Rodolfo Carrero, afirmó que el negocio es multimillonario y se esconde detrás de una gigantesca empresa criminal en la que se mueven recicladores de envases, impresores de marquillas, productores de la materia prima y los conocidos ‘químicos’ que se encargan del producto final, así como los distribuidores.
Reveló que Cúcuta es una de las rutas apetecidas de los fabricantes que operan en el interior del país para sacar el producto hacia Venezuela, “pero, ojo, aquí también dejan una buena cantidad de medicamentos falsos, la cual es comercializada, preferiblemente, en tiendas y droguerías de los barrios marginales, y en algunas ocasiones vendidos en la calle o en las afueras de clínicas y hospitales, al menudeo”, precisó Carrero.
En las incautaciones hechas el año pasado, los investigadores descubrieron que el mercado que se mueve por Cúcuta tiene sus fábricas en el interior del país (Ver gráfico).
“En su mayoría son productos no tan costosos y de consumo masivo, como aspirinas, dolex, suplementos para adelgazar, vitaminas y para el reumatismo”, dijo Carrero.
Aristides Hernández, presidente departamental del sindicato de la salud explicó que aunque no se conocen casos en Cúcuta de bandas de medicamentos falsos, sí se oye hablar de carteles de medicinas de alto costo traída de Venezuela y que se vende en Cúcuta, debido al diferencial cambiario.
Sin embargo, Uribe mencionó que por esta vía también se está camuflando el medicamento falso, “con solo cambiar el contenido de las cajas, dado que para la gente es más apetecido el medicamento venezolano por su bajo costo, lo cual es aprovechado por las bandas de falsificadores”.
El general Franklin García Duque, jefe del Core 1 de la Guardia Nacional venezolana, confirma estas sospechas al dar a conocer que aunque en el vecino país no se tiene conocimiento de incautaciones de medicamentos falsos, sí se han hecho decomisos de medicinas que tenían como destino a la capital de Norte de Santander.
Crimen Millonario
Para las autoridades de salud, el fenómeno de los medicamentos falsos está desbordado, en unas ciudades más que otras.
El representante de una de las fundaciones que vela por los derechos de los enfermos de VIH sida en Cúcuta, quien pidió mantener su identidad en el anonimato, expresó que se conocen quejas de pacientes que aseguran que reciben los medicamentos en empaques abiertos y de dudosa procedencia.
“Las IPS les entrega los medicamentos, pero vaya uno a saber de dónde los traen”, dijo.
Frente a esto último, el titular de la Unidad de Medicamentos y Salud Ambiental del IDS, aseguró que en los controles llevados a cabo el año pasado se adelantaron 28 procesos sancionatorios por expender medicamentos falsos, 16 decomisos y quedaron abiertos seis procesos por medicamentos controlados.
“Esto prueba la presencia de un mercado negro de medicinas y por ello la necesidad de que los ciudadanos compren solo en droguerías y tiendas de cadena reconocidas y autorizadas.
“Hemos encontrado en los operativos bultos de grageas de pura harina de hacer buñuelos”, dijo Uribe.
Frente a la necesidad de intensificar los controles, el presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Jaime Arias, recalcó sobre la importancia de capitalizar alianzas para hacer frente a este crimen millonario “que puede que no nos afecte desde el punto de vista financiero, porque finalmente el medicamento falso termina pagándose, pero sí nos afecta en el punto más grave: la salud de los colombianos”.
El fenómeno en otras latitudes
Según informes de las Policía Nacional, en Colombia en los últimos años se ha incautado cerca de 16 millones de unidades de medicamentos ilegales, valorados en 23 mil millones de pesos.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 10% y el 30% de los medicamentos que se comercializan en el mundo son falsos, al igual que el 50% por ciento que ofrecen en la red.
En su última asamblea anual efectuada en Cartagena, Interpol reveló que según estudios internacionales, un millón de personas mueren por cuenta de medicamentos falsificados que no causan el resultado que se espera o producen un efecto contrario.
En países africanos, asiáticos y latinoamericanos el fenómeno alcanza cifras preocupantes.
Según cifras oficiales, anualmente, por culpa de los antialérgicos falsificados mueren 200.000 enfermos de paludismo, y se calculan que en el mundo un millón de personas morirían al año por este fenómeno.
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Fuente: La Opinión Cúcuta Colombia
LA ASPIRINA, el dolex, el voltarén, vitaminas y hasta pastillas para el reumatismo
y el dolor de huesos figuran en el listado de los medicamentos falsos que más se
comercializan en la capital nortesantandereana./
Foto ©LaOpinión.com.co
Una falsa cura que lo puede llevar a la muerte
LO |.- La Policía Fiscal y Aduanera de Colombia tiene en marcha una investigación en varias ciudades del país, entre ellas Cúcuta, para dar con los responsables de una poderosa banda de falsificadores de medicamentos, quizás la más grande de que se tenga indicios en la reciente historia.
En Cúcuta, tomar un analgésico para calmar algún dolor que lo esté atormentando le puede salir por un ‘ojo de la cara’.
Así como lo lee, el remedio puede resultarle más caro que la enfermedad, todo porque en reemplazo de la aspirina, el dolex o el voltarén que cree estar consumiendo, lo que le llegará al estómago podría ser una cápsula de harina de hacer buñuelos revuelta con ácido bórico, colorantes y hasta talco para el cuerpo.
A esta cruda realidad están expuestos los cucuteños, tras conocerse por parte de las autoridades de salud y de Policía que en la ciudad se comercializan medicamentos falsos provenientes del interior de Colombia y de Venezuela.
Según se desprende de los operativos de incautación llevados a cabo por la Policía Fiscal Aduanera, estos medicamentos son, en su mayoría, analgésicos para aliviar dolores de cabeza, enfermedades de los huesos, infecciones, vitaminas, purgantes y hasta suplementos para bajar de peso.
Investigadores del Instituto Departamental de Salud (IDS) revelaron a La Opinión que se conocen informaciones sobre que en la capital nortesantandereana este mercado negro comercializa también medicamentos falsos para enfermedades de alto costo, como el cáncer y el sida, y para ello se aprovechan los envases y cajas de las mismas marcas que se expenden en Venezuela, “por aquello de que tienen más demanda por ser más baratos”.
También las autoridades sospechan de la presencia en la ciudad de medicamentos falsos para planificar, en especial de la marca Nofertyl, teniendo en cuenta la cercanía con Arauca, donde el año pasado la Unidad Nacional de Delitos contra la Propiedad Intelectual y las Telecomunicaciones de la Fiscalía imputó cargos a dos personas responsables de los embarazos de 40 mujeres que planificaron con el citado anticonceptivo.
Estas amenazas que representan los medicamentos falsos nos han llevado a endurecer los controles y la vigilancia con la cadena de droguerías y depósitos que expenden drogas en Cúcuta, pero en especial, para advertir a los ciudadanos sobre la necesidad de adquirir sus medicamentos en negocios autorizados y plenamente reconocidos, dijo Uribe.
El negocio
El comandante de la Policía Fiscal y Aduanera de Cúcuta, teniente coronel, Rodolfo Carrero, afirmó que el negocio es multimillonario y se esconde detrás de una gigantesca empresa criminal en la que se mueven recicladores de envases, impresores de marquillas, productores de la materia prima y los conocidos ‘químicos’ que se encargan del producto final, así como los distribuidores.
Reveló que Cúcuta es una de las rutas apetecidas de los fabricantes que operan en el interior del país para sacar el producto hacia Venezuela, “pero, ojo, aquí también dejan una buena cantidad de medicamentos falsos, la cual es comercializada, preferiblemente, en tiendas y droguerías de los barrios marginales, y en algunas ocasiones vendidos en la calle o en las afueras de clínicas y hospitales, al menudeo”, precisó Carrero.
En las incautaciones hechas el año pasado, los investigadores descubrieron que el mercado que se mueve por Cúcuta tiene sus fábricas en el interior del país (Ver gráfico).
“En su mayoría son productos no tan costosos y de consumo masivo, como aspirinas, dolex, suplementos para adelgazar, vitaminas y para el reumatismo”, dijo Carrero.
Aristides Hernández, presidente departamental del sindicato de la salud explicó que aunque no se conocen casos en Cúcuta de bandas de medicamentos falsos, sí se oye hablar de carteles de medicinas de alto costo traída de Venezuela y que se vende en Cúcuta, debido al diferencial cambiario.
Sin embargo, Uribe mencionó que por esta vía también se está camuflando el medicamento falso, “con solo cambiar el contenido de las cajas, dado que para la gente es más apetecido el medicamento venezolano por su bajo costo, lo cual es aprovechado por las bandas de falsificadores”.
El general Franklin García Duque, jefe del Core 1 de la Guardia Nacional venezolana, confirma estas sospechas al dar a conocer que aunque en el vecino país no se tiene conocimiento de incautaciones de medicamentos falsos, sí se han hecho decomisos de medicinas que tenían como destino a la capital de Norte de Santander.
Crimen Millonario
Para las autoridades de salud, el fenómeno de los medicamentos falsos está desbordado, en unas ciudades más que otras.
El representante de una de las fundaciones que vela por los derechos de los enfermos de VIH sida en Cúcuta, quien pidió mantener su identidad en el anonimato, expresó que se conocen quejas de pacientes que aseguran que reciben los medicamentos en empaques abiertos y de dudosa procedencia.
“Las IPS les entrega los medicamentos, pero vaya uno a saber de dónde los traen”, dijo.
Frente a esto último, el titular de la Unidad de Medicamentos y Salud Ambiental del IDS, aseguró que en los controles llevados a cabo el año pasado se adelantaron 28 procesos sancionatorios por expender medicamentos falsos, 16 decomisos y quedaron abiertos seis procesos por medicamentos controlados.
“Esto prueba la presencia de un mercado negro de medicinas y por ello la necesidad de que los ciudadanos compren solo en droguerías y tiendas de cadena reconocidas y autorizadas.
“Hemos encontrado en los operativos bultos de grageas de pura harina de hacer buñuelos”, dijo Uribe.
Frente a la necesidad de intensificar los controles, el presidente de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), Jaime Arias, recalcó sobre la importancia de capitalizar alianzas para hacer frente a este crimen millonario “que puede que no nos afecte desde el punto de vista financiero, porque finalmente el medicamento falso termina pagándose, pero sí nos afecta en el punto más grave: la salud de los colombianos”.
El fenómeno en otras latitudes
Según informes de las Policía Nacional, en Colombia en los últimos años se ha incautado cerca de 16 millones de unidades de medicamentos ilegales, valorados en 23 mil millones de pesos.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre el 10% y el 30% de los medicamentos que se comercializan en el mundo son falsos, al igual que el 50% por ciento que ofrecen en la red.
En su última asamblea anual efectuada en Cartagena, Interpol reveló que según estudios internacionales, un millón de personas mueren por cuenta de medicamentos falsificados que no causan el resultado que se espera o producen un efecto contrario.
En países africanos, asiáticos y latinoamericanos el fenómeno alcanza cifras preocupantes.
Según cifras oficiales, anualmente, por culpa de los antialérgicos falsificados mueren 200.000 enfermos de paludismo, y se calculan que en el mundo un millón de personas morirían al año por este fenómeno.
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Fuente: La Opinión Cúcuta Colombia
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