Motorizados y motopiruetas causan muertes, terror y zozobra en la ciudad de Trujillo

Motorizados y motopiruetas causan muertes, terror y zozobra en la ciudad de Trujillo

Publicado: 19-06-2024 / redpres.com
                                    


Redpres |.- Los habitantes de Trujillo viven atemorizados por la presencia constante de motorizados y motopiruetas que causan caos y peligro en las calles de la ciudad. Estos conductores imprudentes, en su mayoría jóvenes y menores de edad, han generado un clima de zozobra y terror entre los transeúntes, quienes constantemente se ven expuestos a situaciones de riesgo.

Los residentes de Trujillo han sido testigos de un aumento alarmante en el número de motorizados que no respetan normas de tráfico, circulan a máximas velocidades a contra vía y “tragándose flechas”, casi todos sin cascos y muchos sin luces en sus motos, mientras otros realizan acrobacias imprudentes y peligrosas en las calles de la ciudad. Estas temerarias exhibiciones, que a menudo involucran velocidades vertiginosas y maniobras arriesgadas, han creado un ambiente de miedo e inseguridad en las comunidades.

"Es como si hubiéramos entrado en una zona de guerra", dijo el residente trujillano José Alves, del sector Santa Rosa, visiblemente conmocionado por los recientes acontecimientos.

"El rugido de los motores y el chillido de los neumáticos nos mantiene despiertos por la noche, temiendo lo peor. Ya no nos sentimos seguros en nuestros propios hogares", subrayó Alves.


Los residentes y cuerpos de emergencia han informado a diario de numerosos accidentes e incidentes en los que los motorizados han chocado contra vehículos y peatones, dejando a su paso una estela de destrucción, muertes y heridos. La situación se ha vuelto tan grave que muchos conductores de vehículos 4 ruedas deciden no salir, chóferes de transporte público a suspender sus rutas, negocios se ven obligados a cerrar sus puertas temprano y las personas evitan salir después en horas pico del día o al anochecer, con miedo a convertirse en la próxima víctima de estos motorizados y sus aterradoras motopiruetas.

"Trujillo solía ser un lugar tranquilo y de paz. Ahora estamos viviendo una pesadilla. Queremos que nuestras calles sean seguras nuevamente", afirma Estela Niura Peralta, comerciante del centro de la ciudad.

Las calles y avenidas favoritas en donde los jóvenes y menores de edad ponen en riesgos sus vidas y la de inocentes son la Avenida Cuatricentenaria, adyacente al Estadio “Doctor Humberto González Albano”, la avenida La Paz, a solo metros del principal comando y sede policial del Estado Trujillo, la avenida Numa Quevedo, la Andrés Bello y la vía principal desde el sector Las Araujas hasta San jacinto.

Los hospitales José Gregorio Hernández de Trujillo y el hospital de Valera se encuentran prácticamente colapsados ante la entrada de numerosos heridos diariamente, ocupando totalmente las áreas de traumatología y otras de dichos centros médicos.


Los motorizados, en su afán de evadir el tráfico, circulan a altas velocidades y realizan maniobras arriesgadas, poniendo en peligro la vida de peatones y conductores. Además, muchos de ellos no respetan las normas de tránsito, lo que aumenta aún más el riesgo de accidentes.

El estruendo ensordecedor de las motocicletas, especialmente durante las horas pico o nocturnas, se ha vuelto un soundtrack constante en la vida de los trujillanos. Las calles, un espacio público para la movilidad y la convivencia, se transforman en un escenario de riesgo donde el respeto a las normas de tránsito se desvanece entre el rugir de los motores y la velocidad imprudente e impune.

“Desde que el presidente Maduro les dio permiso y autorización a los motorizados para tomar las calles con sus motos y motopiruetas, estos han enloquecido totalmente y han caído en la anarquía”, señaló el adulto mayor Marcos Berrios, desde la plaza Bolívar.

La sensación de inseguridad se intensifica con cada día que pasa. Los trujillanos temen por sus vidas al cruzar la calle, al salir de sus casas o al disfrutar de un paseo por el centro. El miedo a ser atropellados, a ser víctimas de un robo o a presenciar un accidente se ha instalado en el inconsciente colectivo.


Durante los últimos días, las motopiruetas, conocidas por sus acrobacias temerarias en las calles, han causado múltiples accidentes que han dejado a varios ciudadanos heridos y algunos fallecidos, ninguno sobrepasa los 25 años. Se han reportado accidentes donde los motorizados apenas tienen entre 10 a 16 años. La irresponsabilidad de los padres se mezcla con la impunidad fomentada desde el gobierno nacional y regional para hacer un coctel trágico y lamentable.

Las motopiruetas, una práctica irresponsable y temeraria, se han convertido en un espectáculo recurrente, especialmente en zonas concurridas y plazas públicas. La falta de control y el afán de exhibicionismo ciegan a estos jóvenes del peligro real que representan para sí mismos y para los demás. Los peatones, niños jugando, conductores de otros vehículos y hasta los propios motorizados se convierten en víctimas potenciales de un accidente que podría tener consecuencias fatales. Estas demostraciones de destreza sobre dos ruedas no solo representan un peligro para quienes las ejecutan, sino también para quienes se encuentran en las inmediaciones.

Ante este panorama, los ciudadanos de Trujillo exigen acciones contundentes por parte de las autoridades para garantizar la seguridad en las calles de Trujillo y poner fin al reinado del terror impuesto por los motorizados y motopiruetas.


La falta de controles por parte de las autoridades, la impunidad con la que operan muchos motorizados, la cultura del riesgo, la búsqueda de emociones fuertes y la ausencia de educación y autoridad vial son elementos que se conjugan para alimentar este peligroso fenómeno.

Las autoridades deben tomar medidas enérgicas para frenar este flagelo. La implementación de operativos de control más estrictos, la sanción ejemplar a los infractores, la promoción de campañas de educación vial y la creación de espacios seguros para la práctica del motociclismo son medidas urgentes que se deben tomar para recuperar la paz y la seguridad de Trujillo.

El problema de los motorizados y las motopiruetas no es solo una cuestión de orden público, es una crisis social que amenaza con arrebatar la tranquilidad y la calidad de vida de la ciudad. La responsabilidad de encontrar una solución recae en todos: autoridades, conductores y ciudadanía en general. Es hora de que Trujillo se una para erradicar este terror que se apodera de sus calles y reestablecer la armonía y la seguridad que la caracterizan.

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