Lo confesó Trump: El petróleo de Venezuela siempre ha estado en la mira y ambición de EEUU para robarlo

Lo confesó Trump: El petróleo de Venezuela siempre ha estado en la mira y ambición de EEUU para robarlo

17-06-2023
                                    
Redpres |.- Después de las declaraciones del exmandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, en las que manifestó el deseo del imperialismo norteamericano de apropiarse del petróleo de Venezuela, se hace evidente el verdadero propósito de su gobierno en relación con el país sudamericano.

En este sentido, las medidas restrictivas que impuso el gobierno de Trump contra Venezuela y su industria petrolera son una de las tácticas utilizadas para alcanzar el objetivo delictivo de apoderarse del petróleo venezolano, en lugar de la supuesta lucha por la democracia que se promueve en Washington.

En relación con esto, el diputado de la Asamblea Nacional y miembro de la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad, William Fariñas, señaló que "las sanciones no son más que una tramoya, y considerar a Venezuela como una amenaza inusual y extraordinaria también es parte de esa tramoya. Esto tiene que ver con la Exxon Mobil y creo que nos pusieron unas conchitas de mango allá en la fachada Atlántica para ver si nosotros sacábamos de la zona al barco de esa empresa de perforación petrolera. Acuérdense que cuando Donald Trump llega a la presidencia, su primer canciller era Rex Tillerson, quien fue jefe de la Exxon Mobil. A esto se le ve la costura por todos lados", declaró.

La crónica del saqueo del petróleo venezolano se remonta a hace mucho tiempo, desde el momento en que se empezó a extraer el crudo en el territorio a principios del siglo XX. Fue entonces cuando las compañías extranjeras empezaron a explotar los recursos petrolíferos del país sin que el Estado venezolano recibiera una compensación justa.


La situación se agravó en la década de 1920, cuando la Standard Oil Company de Nueva York, fundada por John D. Rockefeller en 1870, hoy conocida como Exxon Mobil, se apropió de la mayor parte de las reservas petroleras de Venezuela y mantuvo el control de la industria durante varias décadas.

Esta empresa, Standard Oil, llegó a ser la principal refinadora de petróleo en el mundo y una de las principales y más grandes corporaciones multinacionales del mundo.

Gracias al monopolio que ejercía en la industria petrolera mundial, se fragmentó en 34 empresas independientes. Dos de estas empresas fueron la Standard Oil Company of New Jersey, que posteriormente se convirtió en Exxon, y la Standard Oil Company of New York, que años más tarde se transformó en Mobil. En 1999, ambas compañías se fusionaron para crear la actual Exxon Mobil, que es la petrolera privada más grande del mundo.

Estas empresas siempre reportaban al Estado venezolano solo una pequeña parte del petróleo extraído para reducir los ya bajos impuestos que legalmente correspondían al país.


En 1950, la Creole Petroleum Corporation, una filial en Venezuela de la Standard Oil Company of New Jersey, comenzó a refinar el petróleo en una refinería construida en Amuay, estado Falcón, en cumplimiento tardío de lo establecido por la Reforma Petrolera de 1943. Allí solo procesaban una pequeña cantidad del petróleo extraído en el país, 60,000 barriles diarios, menos de la mitad de la cantidad mínima establecida como obligación para las concesionarias.

La celebrada entrada en vigor de la Ley de Nacionalización del petróleo el 1° de enero de 1976, durante el mandato de Carlos Andrés Pérez, que supuestamente garantizaba al Estado venezolano el "dominio" de la industria de los hidrocarburos, fue una maniobra que no logró su objetivo, pero sí obligó a la República a resarcir con miles de millones de dólares a las compañías transnacionales presentes en el territorio.

A pesar de que las instalaciones entregadas al país llevaban más de diez años obsoletas, Venezuela desembolsó cuantiosas sumas de dinero a las empresas petroleras transnacionales.

Además, ninguna empresa fue sancionada por no inyectar gas en los pozos como procedimiento habitual, lo que generó graves problemas en la extracción de crudo.


Igualmente, se les pagaron cantidades exorbitantes por la entrega de planos, manuales y guías de operación completamente obsoletas.

Se concedieron contratos de servicio superfluos y, para empeorar las cosas, se les permitió retener la comercialización internacional de crudo y productos refinados, la actividad más rentable del negocio petrolero.

A pesar de la creación de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en 1975, todavía existen intentos de empresas multinacionales por acceder al petróleo y otros recursos naturales de Venezuela.

Las redes del imperio estadounidense nunca descansan en su empeño por conseguir energía sin importar cómo la obtengan.

En el territorio venezolano del Esequibo, empresas estadounidenses se apropian del petróleo del país de manera descarada, violando abiertamente el derecho internacional y la soberanía nacional.

"Nosotros deberíamos estar demandando a la ExxonMobil por estar explotando petróleo en la fachada atlántica nuestra. Lo que pretende hacer el gobierno de Guyana al poner en esa zona a esa petrolera, casi en el límite marino que tenemos nosotros con Trinidad, es una barbaridad desde el punto de vista de las delimitaciones de nuestras aguas marinas y de nuestra plataforma atlántica. Y bueno, la reciente declaración de Donald Trump deja en claro que a ellos no les interesaba la democracia, no les interesaba los derechos humanos, que eso era simplemente una fachada, que su objetivo fundamental era ponerle la mano al crudo venezolano con el combo de un grupito de apátridas", dijo William Rodríguez, miembro de la Comisión de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional. Además, considera que "hoy día el ejercicio del derecho internacional resulta muy triste, por las manipulaciones que hacen del mismo".


En la historia venezolana se han relatado hechos importantes en relación con las empresas petroleras transnacionales.

En una ocasión, el fallecido comandante venezolano, Hugo Chávez, narró sobre la muerte del expresidente Carlos Delgado Chalbaud, afirmando que no fue Pérez Jiménez quien ordenó el asesinato del militar nacionalista, sino que fue el imperialismo estadounidense, destacando que la primera delegación petrolera venezolana que viajó a Teherán, fue enviada por Delgado Chalbaud, para reunirse con Mosadeh, el líder iraní que también fue derrocado por la CIA, y quien quería recuperar el petróleo de Irán para los iraníes.


Chávez afirmó sin duda alguna que la mano del imperio yanqui estuvo detrás del asesinato de Carlos Delgado Chalbaud.

Chalbaud ordenó la traducción de la Ley Orgánica de Hidrocarburos al idioma farsi (persa), lo que permitió al gobierno revolucionario iraní nacionalizar las reservas petroleras en 1951, afectando los intereses estadounidenses.

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