Comprar carne para los trujillanos es un lujo debido a los altos precios
REDPRES.COM :: ❯ :: NACIONALES
Página 1 de 1.
Comprar carne para los trujillanos es un lujo debido a los altos precios
Comprar carne para los trujillanos es un lujo debido a los altos precios
El Tiempo |.- Aunque las neveras de algunas carnicerías, bodegones, frigoríficos y mercado público Valera están medianamente surtidas, los productos cárnicos que ofrecen tienen un precio que dejan sin aliento a los ávidos compradores que requieren como mínimo 800 mil bolívares para comprar un kilo de este producto que antes no faltaba en la mesa de los valeranos.
Los altos precios combinados con la evidente escasez han propiciado que la ingesta de proteína animal haya disminuido considerablemente y en cifras alarmantes en comparación con el año pasado cuando, según la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), el consumo por habitante al año en Venezuela se ubicó en 3.9 kilogramos de carne, 9 kilogramos de pollo y solo 1.9 kg de carne de cerdo. En lo que va de año estos cálculos han sido pulverizados por la elevadísima inflación.
El salario mínimo integral no alcanza
En un recorrido por algunas carnicerías de la periferia de la urbe de Doña Mercedes Díaz y por el principal centro de abastos de Valera, el Mercado Municipal, pudimos comprobar que el kilo de carne este viernes costaba en promedio entre los 700 mil y 800 bolívares, la carne molida era ofrecida en el mercado a 780 mil mientras que en las carnicerías más alejadas del centro se conseguían cortes de segunda entre 650 y 700 y el pollo, cuando hay lo venden a 450 bolívares el kilo, chuleta de cochino a 380 mil y chuleta ahumada en 950 mil, lo que implica que los valeranos necesitan algo más que su ingreso global de 1 millón 307 mil solo para adquirir carne y pollo.
Ya no es un buen negocio
Los comerciantes consultados, pero bajo el compromiso de no revelar sus nombres aseguraron que este año las ventas han disminuido en más del 50 % y los consumidores advirtiendo que los clientes ya no llevan el alimento en cantidad, sino por cuartos o gramos. Además refieren que los consumidores han aprendido a cambiar sus patrones de consumo y en vez de comprar chuleta, bistec o pollo lo sustituyen por hígado, callos, chinchurria, entre otras vísceras.
Uno de los comerciantes de la parroquia San Luis declaró que anteriormente vendían 5 reses a la semana; hoy apenas les despachan solo llegan una, y de milagro.
En opinión de uno de los expendedores consultados en la cadena entre el productor y el consumidor existe una distorsión que desvirtúa el precio de la carne y puso como ejemplo el hecho de que este miércoles el kilo de carne en canal estaba fijado en 325 mil bolívares. A ese kilo de carne tenemos que descontarle la parte correspondiente a hueso y fibra, y sumarle otros gastos como las bolsas, sueldos, impuestos y servicios lo que convierte el expendio de carne en un negocio poco rentable.
De viva voz
En opinión de Jonathan Briceño, trabajador de una carnicería las ventas han disminuido notablemente debido al alto costo del producto. Admitió que para el consumidor los precios en las carnicerías son muy altos para una familia de ingresos básicos. “La gente cada día compra menos carne y opta por vegetales”, agregó.
Fuente: Diario El Tiempo
|
Foto ©strecosa/Photo Service Pixabay
Los altos precios y escasez de suministros han producido una disminución dramática en el consumo de productos cárnicos en los mercados de Valera al punto de que en el principal centro de abastos de la ciudad muchas carnicerías han cerrado sus puertas y las que se mantienen operativas lo hacen ofreciendo charcutería y otros derivadosEl Tiempo |.- Aunque las neveras de algunas carnicerías, bodegones, frigoríficos y mercado público Valera están medianamente surtidas, los productos cárnicos que ofrecen tienen un precio que dejan sin aliento a los ávidos compradores que requieren como mínimo 800 mil bolívares para comprar un kilo de este producto que antes no faltaba en la mesa de los valeranos.
Los altos precios combinados con la evidente escasez han propiciado que la ingesta de proteína animal haya disminuido considerablemente y en cifras alarmantes en comparación con el año pasado cuando, según la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), el consumo por habitante al año en Venezuela se ubicó en 3.9 kilogramos de carne, 9 kilogramos de pollo y solo 1.9 kg de carne de cerdo. En lo que va de año estos cálculos han sido pulverizados por la elevadísima inflación.
El salario mínimo integral no alcanza
En un recorrido por algunas carnicerías de la periferia de la urbe de Doña Mercedes Díaz y por el principal centro de abastos de Valera, el Mercado Municipal, pudimos comprobar que el kilo de carne este viernes costaba en promedio entre los 700 mil y 800 bolívares, la carne molida era ofrecida en el mercado a 780 mil mientras que en las carnicerías más alejadas del centro se conseguían cortes de segunda entre 650 y 700 y el pollo, cuando hay lo venden a 450 bolívares el kilo, chuleta de cochino a 380 mil y chuleta ahumada en 950 mil, lo que implica que los valeranos necesitan algo más que su ingreso global de 1 millón 307 mil solo para adquirir carne y pollo.
Ya no es un buen negocio
Los comerciantes consultados, pero bajo el compromiso de no revelar sus nombres aseguraron que este año las ventas han disminuido en más del 50 % y los consumidores advirtiendo que los clientes ya no llevan el alimento en cantidad, sino por cuartos o gramos. Además refieren que los consumidores han aprendido a cambiar sus patrones de consumo y en vez de comprar chuleta, bistec o pollo lo sustituyen por hígado, callos, chinchurria, entre otras vísceras.
Uno de los comerciantes de la parroquia San Luis declaró que anteriormente vendían 5 reses a la semana; hoy apenas les despachan solo llegan una, y de milagro.
En opinión de uno de los expendedores consultados en la cadena entre el productor y el consumidor existe una distorsión que desvirtúa el precio de la carne y puso como ejemplo el hecho de que este miércoles el kilo de carne en canal estaba fijado en 325 mil bolívares. A ese kilo de carne tenemos que descontarle la parte correspondiente a hueso y fibra, y sumarle otros gastos como las bolsas, sueldos, impuestos y servicios lo que convierte el expendio de carne en un negocio poco rentable.
De viva voz
En opinión de Jonathan Briceño, trabajador de una carnicería las ventas han disminuido notablemente debido al alto costo del producto. Admitió que para el consumidor los precios en las carnicerías son muy altos para una familia de ingresos básicos. “La gente cada día compra menos carne y opta por vegetales”, agregó.
| Diario El Tiempo Trujillo
Fuente: Diario El Tiempo
REDPRES.COM :: ❯ :: NACIONALES
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.