Quién apoya a la FARC

Quién apoya a la FARC



* Por Er Filósofo de La Pastora

Llama la atención el jueguito entre gobierno y oposición sobre el asunto de la FARC, dado que pocas veces los bandos de la polarización asumen abiertamente una posición “agónica” (lo contrario de antagónica). La diferencia se debe quizá al “detalle” de que fue el propio Presidente Santos quien estableció como hecho que el ataque guerrillero se produjo de una partida que se encontraba en territorio venezolano y que supuestamente regresó a éste después del ataque.

Puede dudarse de que la revelación pública de este hecho sea una decisión de Santos para sorprender de alguna forma al gobierno de Venezuela; y la mejor intuición se orienta a que esta revelación tuvo que ser posterior a una comunicación discreta entre Chávez y Santos, en la cual debió admitirse el texto de la revelación.

En cualquier caso, el gobierno respondió con formalidad internacional rechazando la posibilidad de que el Estado venezolano brinde refugio a la FARC.

Esto tiene sentido entre gobiernos. Pero la oposición se equivoca, según creo, al tratar de obtener provecho de la sospecha de apoyo a la FARC por parte del gobierno, porque la existencia de la FARC no ha dependido ni depende de algún apoyo soterrado que podría hacer el gobierno venezolano, que correría un alto riesgo de perder el equilibrio alcanzado con el gobierno colombiano.

Y además resulta una incomprensión de los apoyos que podría recibir la FARC en América Latina, impensables en ningún gobierno. No. El apoyo a la FARC en América Latina se da en niveles politizados o ideologizados y de carácter popular. Así como en las zonas fronterizas con Venezuela, Ecuador y Brasil ejercen influencias indebidas e ilegales, también recogen apoyos de grupos y personas que comparten los planteamientos de la FARC contra el régimen oligárquico de Colombia.

Estos apoyos no los induce ningún gobierno, aunque en el caso de Venezuela quienes están en posición ideológica para compartir con la FARC coinciden en el apoyo al proyecto del régimen. Una mezcla, si se quiere, algo arbitraria, debido a que el proyecto revolucionario de la FARC para Colombia está muy lejos de los planteamientos reformistas del gobierno de Venezuela.

Si se dice que un dirigente del PSUV o el PCV, por decir algo, se inclina a apoyar a la FARC, es creíble en el sentido de que sobre todo los viejos dirigentes de izquierda tuvieron el movimiento de Marulanda como un ícono de la rebelión popular latinoamericana, de la misma forma que los zapatistas en Chiapas, por ejemplo, y el proyecto zapatista es también diametral al planteamiento reformista y electoral de Chávez.

De manera que podría ser cierto que la FARC tiene apoyos en Venezuela, pero hay que buscarlos en el pueblo mismo, en grupos que seguro son minorías ideologizadas pero que están presentes. De manera que la oposición no haga buches con estos eventos que ya vemos solo sirven para que el gobierno se dé golpes de pecho deslindándose y respondiendo a la formalidad internacional en términos muy parecidos a los gobiernos democrático burgueses sin necesidad de convalidar la imputación de terroristas endilgada a la guerrilla colombiana.

Hace unos días Capriles se ganó unos puntos, en mi concepto, cuando se deslindó de cualquier influencia del régimen de Colombia en su candidatura. No se puede jugar a la política colombiana sin ser colombiano; sobre todo cuando no se atiende o no comprende el carácter estratégico de los movimientos armados de Colombia. La FARC es un asunto de Colombia, no de Venezuela.


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Fuente: Noticiero Digital