Nuevos datos sobre el caso de abuso sexual a niños en el colegio privado Emil Friedman
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Nuevos datos sobre el caso de abuso sexual a niños en el colegio privado Emil Friedman
Nuevos datos sobre el caso de abuso sexual a niños en el colegio privado Emil Friedman
Hasta el momento Marín ha sido imputado por tres casos de abuso sexual a niño o niña, tipo penal previsto en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Las víctimas son tres niños de 5, 6 y 7 años respectivamente, cursantes de preescolar (en el caso del más pequeño) y de primer grado los otros dos.
Sin embargo sólo uno de los casos, el del niño de 6 años, fue calificado por las fiscalías 66° y 107° con el agravante de “con penetración”, pese a que el testimonio del pequeño de 7 años precisa que también fue abusado sexualmente de la misma manera.
En el informe psicológico elaborado por una profesional del área, adscrita a la División de Investigaciones y Protección en Materia del Niño, Adolescentes, Mujer y Familia del CICPC (policía criminalística) se indica que que el testimonio del niño detalla que “el profe Richard me baja el short y me mete un palito por mi culito”. Y luego agrega: “Cuando me mete su pipí el se mueve asi (el niño realiza movimientos analógicos a coqueteos o acto sexual).”
Asimismo ese testimonio fue confirmado por el niño en el interrogatorio correspondiente a la “prueba anticipada” practicada por el tribunal 11° Penal de Caracas, que lleva la causa. A la pregunta “¿Qué les hace?” respondió “a mi me mete un palito por el trasero y también me toca el pene”.
La diferencia del abuso sexual, según el artículo 259 de la LOPNNA, no es retórica, pues mientras el simple acto sexual con un niño o niña tiene una pena de prisión de dos a seis años, cuando dicho acto contempla la penetración genital o anal se eleva de 15 a 20 años. La penetración sancionada puede ser “mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales”, explica la norma.
Sin embargo los fiscales a cargo de la investigación omitieron estos datos y optaron por hacer la imputación sin el elemento que eleva tan sustancialmente la pena.
Llama la atención el impacto que sobre este niño causó la agresión, a tal punto que en sus palabras evidencia importantes sentimientos de venganza: “El profe Richard es malo, me toca mi pipí y me mete un palito por mi culito, yo quiero que lo maten, que le metan un tiro”.
Los datos de los niños no pueden ser revelados según lo dispuesto el artículo 65, parágrafo segundo de la LOPNNA
Fuente: La Tabla
| Por LaTabla.com
Foto ©latabla.com
La Tabla |.- El Ministerio Público descartó imputar al profesor del colegio Emil Friedman, Richard Marín, por el delito de abuso sexual a niños con penetración en uno de los casos investigados, pese a que el testimonio de la víctima indicó claramente que “me mete un palito por el culito” y “me mete su pipí”.Hasta el momento Marín ha sido imputado por tres casos de abuso sexual a niño o niña, tipo penal previsto en la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes. Las víctimas son tres niños de 5, 6 y 7 años respectivamente, cursantes de preescolar (en el caso del más pequeño) y de primer grado los otros dos.
Sin embargo sólo uno de los casos, el del niño de 6 años, fue calificado por las fiscalías 66° y 107° con el agravante de “con penetración”, pese a que el testimonio del pequeño de 7 años precisa que también fue abusado sexualmente de la misma manera.
En el informe psicológico elaborado por una profesional del área, adscrita a la División de Investigaciones y Protección en Materia del Niño, Adolescentes, Mujer y Familia del CICPC (policía criminalística) se indica que que el testimonio del niño detalla que “el profe Richard me baja el short y me mete un palito por mi culito”. Y luego agrega: “Cuando me mete su pipí el se mueve asi (el niño realiza movimientos analógicos a coqueteos o acto sexual).”
Asimismo ese testimonio fue confirmado por el niño en el interrogatorio correspondiente a la “prueba anticipada” practicada por el tribunal 11° Penal de Caracas, que lleva la causa. A la pregunta “¿Qué les hace?” respondió “a mi me mete un palito por el trasero y también me toca el pene”.
La diferencia del abuso sexual, según el artículo 259 de la LOPNNA, no es retórica, pues mientras el simple acto sexual con un niño o niña tiene una pena de prisión de dos a seis años, cuando dicho acto contempla la penetración genital o anal se eleva de 15 a 20 años. La penetración sancionada puede ser “mediante acto carnal, manual o la introducción de objetos; o penetración oral aún con instrumentos que simulen objetos sexuales”, explica la norma.
Sin embargo los fiscales a cargo de la investigación omitieron estos datos y optaron por hacer la imputación sin el elemento que eleva tan sustancialmente la pena.
Llama la atención el impacto que sobre este niño causó la agresión, a tal punto que en sus palabras evidencia importantes sentimientos de venganza: “El profe Richard es malo, me toca mi pipí y me mete un palito por mi culito, yo quiero que lo maten, que le metan un tiro”.
Los datos de los niños no pueden ser revelados según lo dispuesto el artículo 65, parágrafo segundo de la LOPNNA
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