La Universidad de Los Andes cuestiona, critica y descalifica al médico Navarrete

Mario Bonucci Rossini
Rector y demás miembros del Consejo Universitario
Universidad de Los Andes
Presente.-

Estimados universitarios:

Sirva la presente para saludarlos en ocasión de hacerles el siguiente planteamiento:

Recientemente, en una entrevista que un medio de comunicación mexicano (Revisa M semanal, edición 728) hizo al médico venezolano Salvador Navarrete Aulestia, y que a una velocidad vertiginosa se propagó por todo el mundo; éste afirmó que la expectativa de vida del Presidente Chávez era de “hasta dos años”. Este individuo se presentó como “médico del Presidente” y de la “familia Chávez”. La publicación en cuestión, muestra a este profesional de la medicina con amplios conocimientos y estudios realizados en el país y en el exterior, además de papers en el área, especialmente en laparoscopia (aún cuando no en oncología), un poco para que el lector pueda hacerse una idea clara de la “autoridad médica” del entrevistado.

Violando el código de deontología médica, el cual le prohíbe expresamente divulgar la historia clínica, padecimientos, tratamientos y detalles de sus pacientes, y sin que esto lo cuestione en ningún momento el periodista, Navarrete da rienda suelta a una retahíla de presuntos y supuestos diagnósticos clínicos del Presidente Chávez, basándose en una oportunidad en que, por razones circunstanciales, hace casi una década atrás (finales de 2001 y principios de 2002), tuvo oportunidad de “tratar” al primer mandatario nacional. Por supuesto, eso le da “autoridad” para autonombrarse “cirujano de la familia” Chávez, además del propio Presidente.

El medico Navarrete emite diagnósticos que exceden su competencia (Art 14 del CDM) e ignora su obligación de ajustar su conducta siempre y por encima de toda consideración, a las normas morales de justicia, probidad y dignidad. (Art 19 del CDM). Así mismo viola la Ley del Ejercicio de la Medicina en los artículos referentes al secreto médico (Capitulo VI del Secreto Médico: Art 46 al 53). Además, el médico Navarrete contraviene la moral médica al participar como médico en programas, entrevistas o publicaciones de radio, televisión y prensa que violan las disposiciones contenidas en el Código de Deontología Médica (CDM, Art 20, literal c), mostrando una conducta alejada de las normas y condiciones morales que deben regir la realización del acto médico, basado en el respeto a la dignidad de la persona, en la relación médico/paciente, en la responsabilidad individual y en el secreto profesional. (Art 11 del CDM)
Es conveniente tener en cuenta que la ética médica se fundamenta en un código de comportamiento aceptado por los miembros de esta profesión y de obligatorio cumplimiento, pero no por ello dejan de observarse singulares coincidencias entre las normas éticas y las disposiciones legales del país, aunque su origen sea diferente. Así, por ejemplo, una conducta infame como la del médico Navarrete, constituye una ofensa que cae bajo ambas jurisdicciones (Código de Deontología Médica Título I, Capítulo Primero, Declaración de Principios).

Es el caso, que las universidades en nuestro país, y muy especialmente sus Escuelas de Medicina, aún no se han pronunciado sobre las graves implicaciones de las declaraciones públicas del médico Navarrete; porque, además de dañar de manera irreparable su reputación profesional al divulgar datos médicos de uno de sus pacientes (por razones de odio político, ego, publicidad o dinero), pone en entredicho la ética profesional con la cual se forman nuestros médicos y médicas en las universidades venezolanas.
En vista de estas razones, y preocupados por el silencio institucional de la Universidad de Los Andes, donde permanentemente sus autoridades hablan de la falta de ética y moral públicas y de la importancia de la adecuada formación académica e intelectual de nuestros estudiantes, solicita formalmente un pronunciamiento del Consejo Universitario, sobre las afirmaciones del Médico Salvador Navarrete Aulestia, por ser un hecho notorio, público y comunicacional.

Sin más a que hacer referencia, y quedando a sus gratas órdenes, nos despedimos de Ustedes

Atentamente

Heriberto Gómez
MPPEU ULA

Postura respaldada por:

Juan C. Villegas, Facultad de Ciencias (Rep. Profesoral al CU)
Jaime Pefaur, Facultad de Ciencias
Luis Betancourt, Facultad de Medicina
Felipe Pachano Azuaje, Facultad de Ingeniería
Ramón Tolosa, Facultad de Ingeniería
Eva Josefina Maldonado, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Edgar Rodríguez, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Reinaldo Zambrano, Facultad de Odontología (Rep. Profesoral al CU)
Pedro Rivas, Facultad de Humanidades y Educación (Rep. Profesoral al CU)
José Torres, Representante de los egresados al CU
Carlos Dávila, AT. Edif. Administrativo
Luis Trujillo, Facultad de Arte
Mervin Maldonado, representante estudiantil al CU
Eric Brown, Decano NURR
José Luna, Decano Fac. Farmacia y Bioanálisis
Nelson Pérez, Facultad de Ingeniería
Miguel Blanco, Facultad de Humanidades y Educación
Melva Marquez, Facultad de Humanidades y Educación

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