Horrendo crimen salpica a la oposición venezolana y revela sus vínculos con paramilitarismo

Horrendo crimen salpica a la oposición venezolana y revela sus vínculos con paramilitarismo

El asesinato por encargo ideado por Trejo Mosquera al ver comprometida sus aspiraciones políticas, incluyó el contacto con Pérez Venta a quien le suministró el número telefónico de la víctima; este a su vez contactó a través de una conocida red social a Samuel Angulo, quien se dedicaba a cometer delitos como el hurto de vehículos y era contratado para cometer acciones vandálicas.

Noticias24 |.- Carlos Eduardo Trejo Mosquera, el autor de uno de los crímenes más sonados del país, conoció a Liana Aixa Hergueta González durante las protestas de 2014.

Trejo Mosquera, quien era un participante activo de la tolda de Voluntad Popular, tuvo contacto con Liana debido a la presunta participación que ella tuvo también dentro de los equipos de logística que prestaron apoyo a las personas que crearon las guarimbas, tras los hechos que se originaron con el intento de incendiar la sede del Ministerio Público, en febrero del año pasado.

Posterior a estos hechos que enlutaron al país, específicamente a comienzos de este año, Trejo y Hergueta habían concretado la venta de una cantidad de 5.000 dólares en mercado permuta, negocio donde al parecer, la víctima salió perjudicada al no recibir el pago de la mencionada moneda, reseña 'Noticias24'.


De allí, Hergueta empieza a denunciarlo por las redes sociales en múltiples ocasiones.

Sin embargo, es el pasado 05 de agosto cuando Trejo da forma a la idea de cometer este crimen, por lo que busca a José Rafael Pérez Venta y acuden a un sitio para pactar una cantidad de dinero, con el objetivo de finiquitar los detalles para cometer el asesinato.

Posteriormente el 06 de agosto, en horas del mediodía, Pérez Venta llamó a Hergueta para concretar la cita donde bajo el argumento de que se concretaría la venta, debían verse en persona.

Hergueta al sospechar indicios de una trampa, envió un mensaje de voz a su hermana informando de la situación.

Al momento de encontrarse con la víctima en el sitio pautado, Pérez Venta en compañía de un hombre llamado Samuel José Angulo la aturden con un choque eléctrico, al igual que abusan de ella sexualmente.


Para finalizar, los autores materiales del hecho le colocaron cinta adhesiva en la región nasobucal, situación que le ocasionaría la muerte por asfixia mecánica.

Momentos después, los involucrados en el hecho procedieron a cortarle los pies, las manos, el tronco y la cabeza, para luego dividir las partes en una maleta color azul y el resto en bolsas plásticas.

Posteriormente, los presuntos homicidas trasladaron el cuerpo al vehículo de la víctima y colocaron el tronco en la maletera, mientras que las manos, los pies y la cabeza fueron ubicados en el asiento trasero.

Una muerte “por encargo”: los vínculos que se esconden detrás del caso que conmocionó al país

El ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Gustavo González López, indicó que en el crimen no participó ningún extranjero en su acción material sino venezolanos inducidos, dirigidos con elementos determinantes a través de un autor intelectual con vinculación política.

Pérez Venta en compañía de Angulo, llamaron a Liana Aixa y la citaron el apartamento 06-05 del edificio Isnotú, ubicado en la esquina de Canónico
Detalló que las investigaciones de este caso, que está policialmente cerrado, arrojaron que el homicido de Hergueta González formó parte de una muerte por encargo por una venganza, ya que el autor intelectual se alió con un operador político, cuya jerarquía es muy primitiva y el hampa común utilizada con fines políticos.


Pérez Venta, quien habría prestado servicio en la unidad de Infantería de marina con una identificación falsa a nombre de Luis Felipe Solupe Pérez, y cédula V-22.227.169, estuvo adscrito a una brigada de operaciones especiales y desertó antes de culminar el ciclo básico con cerca de 3.000 cartuchos de FAL.

El asesinato por encargo ideado por Trejo Mosquera al ver comprometida sus aspiraciones políticas, incluyó el contacto con Pérez Venta a quien le suministró el número telefónico de la víctima; este a su vez contactó a través de una conocida red social a Samuel Angulo, quien vivía en El Junquito y se dedicaba a cometer delitos como el hurto de vehículos y era contratado para cometer acciones vandálicas.

Pérez Venta en compañía de Angulo, llamaron a Liana Aixa y la citaron el apartamento 06-05 del edificio Isnotú, ubicado en la esquina de Canónico. El propietario de este inmueble coincide con la persona que se encargaba del sistema logístico durante las guarimbas en ese sector.


Los entrenamientos en la frontera

Entre otros datos revelados por el titular de la cartera de seguridad, se conoció que Pérez Venta nació políticamente en Valencia con el Movimiento Javu, luego pasó a Voluntad Popular donde le dieron el cargo de coordinador de Derechos Humanos e hizo escala en Alianza al Bravo Pueblo.

El implicado en este crimen, según reconoció en interrogatorios, recibió entrenamiento paramilitar en grupos de 30 personas en áreas rurales de la frontera con Colombia.


Reiteró que este sujeto recibió adiestramiento militar con la identificación falsa V-22.227.169 a nombre de Luis Felipe Solupe Pérez, por instrucciones del general Antonio José Rivero González, quien le ordenó infiltrarse en la Fanb.

Según las indagaciones, Rivero González habría formado también a este implicado en el crimen en el manejo de equipos electrónicos y de comunicaciones.

“Tenemos elementos de convicción que vinculan al general Rivero, quien está prófugo de la justicia venezolana, con entrenamientos paramilitares de estos sujetos”, dijo González López.


Explicó que Pérez Venta habría admitido durante los interrogatorios que tenía contratos para cometer otros asesinatos, uno en diciembre de 2014 y otro para junio 2015.


Antonio Rivero, la mano hecha para adiestrar y preparar para el caos

Como se recordará, Antonio José Rivero González es un General de Brigada retirado del Ejército Bolivariano.

Asimismo, Rivero es licenciado en Ciencias y Artes Militares, egresado de la Academia Militar de Venezuela en 1984. Es ingeniero electrónico, mención telecomunicaciones, graduado en la hoy en día Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA).

Antonio Rivero González actualmente se encuentra en el exilio tras la emisión de una orden de captura hecha el 19 de febrero de 2014 por la justicia venezolana
Realizó dos especializaciones en el área de telemática y transmisión de datos, al igual que una maestría en Ciencias y Artes Militares, mención estrategia.

Ha desempeñado los cargos militares básicos: de comando en unidades fundamentales; así como ha sido oficial de plana y Estado Mayor de unidades básicas, fundamentales y tácticas.

Antonio Rivero estuvo dirigiendo la organización de Protección Civil por cinco años consecutivos, luego de su designación el 15 de marzo de 2003. En el 2008 se conoció que “volvería a las filas del Ejército” para cumplir con nuevas funciones.

Desde 2009 posee visado permanente del gobierno de los Estados Unidos.

Asimismo, tiene pendiente desde 2010 un proceso en instancias judiciales militares luego de denunciar la presencia de militares cubanos en Venezuela.

En 2013 el Sebin detectó brotes de violencia en la denominada “Operación Soberanía”, donde se descubrieron las presuntas “acciones encubiertas” de Rivero González, las cuales fueron publicadas en un video web.

Por este hecho Rivero fue detenido en el Helicoide por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, en cumplimiento de una orden de aprehensión solicitada por el Ministerio Público al Tribunal 2º de Control del Área Metropolitana de Caracas.

Su detención fue desde el 26 de abril hasta el 17 de mayo de ese mismo año, fecha cuando liberado y sujeto a una medida cautelar.

En febrero de 2014, se emite una nueva orden de captura por acusaciones de haber entrenado a “grupos fascistas” que participaron en protestas en las protestas contra del gobierno. El militar retirado pasó entonces a la clandestinidad y nunca se supo si estaba o no el país.


Las “Face bands”, el nuevo modus operandi para cometer crímenes

Por otra parte, González López informó que existen 39 bandas delictivas que utilizan las redes sociales para delinquir en el país.

Asimismo, explicó que se trata de unas “face bands”, es decir, grupos criminales que publican en las redes sociales su armamento y enlaces para establecer contacto con los servicios delictivos que ofrecen.

Entre las organizaciones delictivas están: Tren de Bella Vista, Tren del Barrio, Hampa Seria, Seriedad de Tocorón, el Tren del Sur, entre otras.

De la misma manera, agregó que entre varios modus operandi que usan figura el hacer contacto con sus víctimas a través de las redes sociales.

Sin embargo, el titular de la cartera de seguridad aseguró que ya todos estos grupos “están plenamente identificados”.

La información fue dada a conocer durante un conversatorio con medios audiovisuales del país donde estuvo acompañado por la ministra para la Comunicación e Información, Desirée Santos Amaral.

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Fuente: Noticias24