ESPN: ¿Habla en serio? Si se retira, Carlos Zambrano le haría un gran favor a los Cachorros

ESPN: ¿Habla en serio? Si se retira, Carlos Zambrano le haría un gran favor a los Cachorros



CHICAGO -- De todas las cosas estúpidas que ha hecho Carlos Zambrano en su carrera, renunciar a los casi $24 millones restantes en su contrato definitivamente las superaría todas. Pero nadie, ni siquiera la vergüenza de lanzador de los Cachorros de Chicago, es lo suficientemente tonto como para hacer eso. ¿O sí?
Según el manager de los Cachorros, Mike Quade, quien claramente no hizo nada para encubrir al irracional lanzador derecho, Zambrano le dijo al personal del equipo que se retiraba después de permitir cinco jonrones y luego de ser expulsado por lanzar demasiado cerca de Chipper Jones durante el juego del viernes por la noche contra los Bravos de Atlanta.

"Estoy muy decepcionado", dijo Quade. "Su casillero está vacío. No sé dónde está. Les dio la espalda a 24 hombres que están batallando con todo por él. No sé dónde ha ido ni lo que está haciendo. Oí que se ha retirado, o que habla de retirarse".

Dios sabe que ya hemos recorrido este camino. Bueno, tal vez no este camino exactamente, pero la misma avenida de estupidez, en la que Zambrano hace algo tonto, se hacen amenazas, se suceden las disculpas y lo único seguro es que el valor de sus acciones cae cada vez más.

Si fuera más bajo, hablarían de él por CNBC en lugar de ESPN.

Si Zambrano realmente renuncia, los Cachorros ya no estarían comprometidos a pagarle los $24 millones que le deben por el resto de la temporada y la totalidad de la campaña 2012. Si Zambrano no es lo suficientemente racional como para evitar este escenario, sin duda su agente será capaz de explicarle en términos sencillos por qué otra disculpa espuria tendría más sentido. (Técnicamente, lo más probable sería que se negocie alguna clase de rescisión, pero es razonable suponer que Zambrano recibiría mucho menos de lo que ganaría si juega la última temporada de su contrato.)

Quade, quien desearía que Zambrano fuera su único problema, relacionó la salida apresurada del lanzador con un acto de traición. En el béisbol, eso es mucho peor que permitir cinco jonrones.

"Pienses lo que pienses, después de una salida difícil, no dejas a tus compañeros", dijo Quade. "Qué demonios. No dejas a tus compañeros".

Todo esto parece tan repetido. Aun cuando compilaba una marca de 2-0 durante las dos primeras semanas de agosto, ya hacía tiempo que Zambrano había abandonado a su equipo.

Lo hizo cuando criticó a Carlos Marmol y dijo que su club apestaba a principios de junio.

"Vergonzoso -- esa es la palabra para este equipo", dijo el Gran Z en un estelar despliegue de hipocresía.

Lo hizo con su fuerte discusión en público con Derrek Lee la temporada pasada. Lo hizo con los vuelos perdidos y las peleas con los dispensadores de Gatorade, y así sucesivamente.

Una vez más, si el viernes hubiera sido un caso aislado, o incluso medianamente aislado, tal vez podría pasarse por alto. Si se tratara de cualquier otra persona del equipo, simplemente pasaría por alto. Pero esa es la cuestión. Nadie más en el equipo permite cinco jonrones, le lanza al cuerpo de uno de los jugadores que le conectó uno, sale del campo de juego con una sonrisa, y luego se va del parque tras anunciar que renuncia.

Sus payasadas son tan tediosas como molestas. Y al menos sus compañeros de ideas claras deben sentir lo mismo. Al parecer, la placa de identificación de Zambrano también faltaba en el club el viernes por la noche, lo que evoca toda clase de imágenes entretenidas: que el propio Zambrano se la llevó como recuerdo o que uno de sus compañeros la arrancó y la tiró a la basura.

¿Pero qué significa esta última idiotez?

La cláusula del contrato de Zambrano que excluye la posibilidad de cambios es tan familiar para los fans de los Cachorros como lo que le pagan esta temporada por haber ganado nueve juegos y ser un niño petulante -- cerca de $18 millones.

Si suponemos que Zambrano finalmente renunciará a la cláusula de 'no cambio', los Cachorros no podrían tener la suerte de que otro equipo realmente lo quiera, y mucho menos de despertar por la mañana con la noticia de que se retira en serio.

Por otra parte, tal vez esté lo suficientemente loco como para hacerlo.

Un equipo puede soñar, ¿verdad?


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Fuente:
http://espndeportes.espn.go.com/news/story?id=1356381&s=bei&type=story