Síntesis de un golpe fallido
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Síntesis de un golpe fallido
Síntesis de un golpe fallido
Foto ©questiondigital.com*Por Henry Escalante
Henry Escalante |.- La entrada triunfal de nuestra Guardia Nacional Bolivariana a la ciudad de Mérida marca el punto final de las güarimbas, solo comparable esta acción, con la gesta independista librada por el padre Libertador Simón Bolívar allá en 1813, cuando fue recibido calurosamente por el pueblo merideño quien, en un gesto de agradecimiento profundo, el Ayuntamiento emeritense le concede el título de Libertador, al entonces Brigadier Bolívar; presidido entonces, dicho Ayuntamiento, por Don Ignacio De Rivas. “El día 10 de Junio de 1813, Simón Bolívar y su comitiva se alejaron de la Serrana Mérida, marcharon cargados de pertrechos militares, alimentos y morocotas donadas por familias pudientes como contribución a la Causa Independentista. Repletos de satisfacciones y recuerdos continuaron la Admirable travesía en busca del Páramo, específicamente la Villa de Mucuchíes. Montañas arriba, por el viejo camino real, avanzaron venciendo inclinaciones rocosas, caminos empedrados y barrialosos, siempre en paralelo a las orillas del torrentoso Río Chama. Transitaron lentos hasta llegar al sitio de Moconoque en Mucuchíes, Capital del Municipio Rangel de nuestro Estado Mérida, donde sucedió el histórico encuentro con Don Vicente Pino, propietario del Perro Nevado. Pasado el tiempo, llegaron a la Villa de Mucuchíes, donde el pueblo también salió a las calles a tributar Vivas a la Libertad y a ofrecer amistad como testimonio de bienvenida a los desafiantes guerreros. Alboroto y gritería, y donde por encargo de Don Vicente Pino, a través de su hijo Juan José Pino, le fue entregado el Perro Nevado como regalo de un paramero al viajero legendario. El perro llegó con su cuidandero el Indio Francisco Tinjacá, a quien Simón Bolívar le encomendó como servicio el cuidado del animal que permanecería fielmente durante ocho largos años hasta entregar su vida en el Campo de Carabobo en 1821”, según narra el historiador y cronista popular: Jesús María "chuma" Espinoza Marín. Al igual que, en aquellos años de gesta independista, dos siglos y un año después, el pueblo merideño recibe a los herederos de nuestro ejército Libertador: la GNB, que, al igual que antaño, llega a una ciudad para liberarla de terroristas-güarimberos, quienes durante 70 días con sus noches, mantuvieron esa población secuestrada tras sus barricadas de violencia, odio, drogas y extorsión. Se cierra así, un ciclo iniciado el pasado 12 de Febrero, tras el llamado a derrocar al Presidente legítimo Nicolás Maduro por la trilogía del mal: Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, según instrucciones expresas de la embajada de los EEUU.
Esta nueva aventura gringa contra la Revolución Bolivariana, debe ser objeto de estudio por venezolanos y venezolanas. Sacar de esta experiencia el mayor de los aprendizajes a manera de evitar que, nuevamente, el oposicionismo criollo sea impulsado por el imperio de los EEUU en una nueva intentona golpista. Sin duda, valiente el gesto del camarada Presidente Maduro, de encauzar esa oposición organizada hoy en la MUD, en 2002-2003 en la Coordinadora Democrática, hacia canales verdaderamente Democráticos. En esa perspectiva, la política de Diálogo Nacional impulsada por el Gobierno Revolucionario, busca abrirles cauces de participación a la vieja política y políticos cuartorrepublicanos, en la concepción Democrática Participativa y Protagónica proclamada e impulsada, primeramente por nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez Frías y, posteriormente, por el Presidente Nicolás Maduro, plasmada en la Constitución Bolivariana que nos dimos a partir de 1999.
Estimamos, que sería pecar de ingenuos si desligamos a la trilogía del mal del resto de partidos y organizaciones políticas, sindicales, gremiales, la iglesia, medios de comunicación e instituciones del Estado (universidades, gobernaciones y alcaldías) que integran la llamada MUD. El punto de unión que integra todo ese conglomerado corporativo, fueron los resultados electorales del pasado 14 de Abril de 2013. Los resultados obtenidos por la corporación oposicionista, los motivó a repetir la historia de abril de 2002, tomar las riendas del sendero golpista. Dada la corta brecha que separaba ambos candidatos, apenas 234.935 votos ó 1,59 puntos porcentuales entre una y otra candidatura, bastaron para que el candidato perdedor anunciara fraude y, con ello, se iniciara el actual ciclo de violencia que solo tomó una pausa con motivo de las elecciones del 08 de diciembre de 2013, las cuales significaron un descalabro para el oposicionismo que vieron desaparecer de la noche a la mañana, el caudal de votos obtenidos ocho meses antes. La Revolución Bolivariana, se consolidaba con el triunfo en 242 alcaldías y el oposicionismo apenas alcanzaba el triunfo en solo 75 alcaldías. La escasa brecha obtenida en abril, ahora se ensancha al sumar los votos del PSUV y las fuerzas aliadas del Gran Polo Patriótico, alcanzando los 5.277.491 votos contra los 4.423.897 votos obtenidos por la MUD y sus fuerzas aliadas, creciendo a 853.594 votos ó 10 puntos porcentuales de brecha entre ambas fuerzas políticas. Quedaba derrotada la oposición, que planteó dicha elección como un plebiscito contra el Presidente Maduro, a quien siempre calificaron como ilegítimo desde el 14 de Abril. Emergía triunfante, de esta elección, como primera fuerza política de la oposición el partido Voluntad Popular, sumándose a su favor 18 alcaldías, muchas de ellas (16) ganadas en lugares en que el gobierno municipal, era ejercido por alcaldes/alcaldesas del partido de la Revolución: el PSUV. Si en Abril, el oposicionismo ilegitimaba al Presidente Maduro por su triunfo obtenido por escasa brecha ante su contendor, los resultados de Diciembre no dejaban duda de la legitimidad del triunfo revolucionario, obtenido gracias no solo a la campaña realizada por las y los candidatos de la Patria, sino, por una gestión de Gobierno de Calle que fue reunificando al chavismo como fuerza preponderante en nuestra sociedad.
Los resultados del 8D representan para el oposicionismo, desde nuestra interpretación de los mismos, una derrota histórica en toda su línea de flotación. El liderazgo que durante los tres años previos, venía construyendo Capriles Radonski, en apenas ocho meses se diluyó hasta tal punto que, el desafío tanto de Leopoldo López como de María Corina Machado, lo colocó en la retaguardia de los sucesos que estaban por ocurrir meses después de pasado el proceso de elecciones municipales. Paralelamente a los sucesos en la Venezuela Bolivariana, el imperio impulsaba con fuerza el golpe en Ucrania. Así, como meses antes, Leopoldo López se daba a la tarea de destruir la estatua del Comandante Fidel Castro en la población de El Amparo en el Estado Apure, por ser “enemigo de la paz” según explicaba en su facebook. Apenas culminado el proceso del 8D, las hordas fascistas ucranianas se dedicaban a destruir las estatuas de Lenin, mientras las campañas contra Rusia se incrementaban; aquí en nuestra Patria, las campañas contra Cuba retomaban aliento. Las similitudes entre ambos procesos en marcha era sorprendente, la marca “made in usa” era evidente. Ya en 2010, fuimos testigos de acciones similares, la destrucción de estatuas de Sadam Hussein en Irak en los días previos a la bárbara invasión imperialista y el genocidio de ese pueblo. Ese tipo de acciones, destrucción de estatuas, no son nada inocentes ni producto de la inmadurez de quienes las realizan, en el caso iraquí la misma fue ideada y ejecutada por la unidad de operaciones psicológicas del ejército invasor gringo, según publicó el diario Ángeles Times, tenía un objetivo concreto: promover entre la opinión pública de los países invasores la falsa idea que sus países realizaban una guerra de liberación. Dicha acción, reproduce la destrucción de la estatua del zar Nicolás II, durante la Revolución rusa de 1917, y busca asociar la fingida y prefabricadas protestas en Irak, Ucrania o Venezuela, con las justas reivindicaciones de los hambrientos obreros/obreras, campesinos/campesinas y militares rusos. Los vínculos estrechos entre López y el imperio, su amo, son más que evidentes al verlo en acción destruyendo estatuas.
Cuatro derrotas consecutivas, se convirtieron en la evidencia más palpable, para el imperio, que un cambio de liderazgo en la oposición apátrida era más que urgente. La confrontación a lo interno de la MUD, obligaba a los contendientes al liderazgo de Capriles mayor beligerancia y proyección mediática. La distención ganada por el Presidente Maduro en su encuentro con los Alcaldes de oposición y algunos gobernadores, cayó muy mal en las altas esferas del poder en Washington. La sola posibilidad que el liderazgo del Presidente Maduro se consolidara, la esperanza que las políticas de “caos económico” puestas en marcha desde cerca de un año antes hubiesen mellado la popularidad gubernamental, la puesta en marcha por el Gobierno Revolucionario de la Ley Habilitantes, la Ley de Precios Justos y la Ofensiva Económica, la unidad suramericana y caribeña que se solidificaba desafiante al poder imperial, se convirtieron en causales suficientes para que los factores de poder en los EEUU, se decidieran por “La Salida” del gobierno legítimo que nos dimos los venezolanos y venezolanas, a partir del pasado 14 de Abril de 2013. Las justificaciones de “La Salida”, la conseguirían en una serie de problemas que venían acentuándose artificialmente por parte de los factores oposicionistas: la inseguridad, especulación y desabastecimiento, ilegitimidad del llamado “régimen”.
El día 05 de enero, iniciando el año, queman la sede del sindicato de trabajadores y trabajadoras de la UCV, simulando un robo. Tal hecho, se propaga en nuestras universidades y se activan asambleas estudiantiles para discutir el tema de la inseguridad a lo interno de esas instituciones del Estado, cuya garantía -por mandato de Ley- reside en las autoridades universitarias que han obviado el problema, diluyendo su responsabilidad en el Gobierno del Presidente Maduro a quien acusan de no hacer nada, cuando es de su exclusiva competencia esa responsabilidad. Dos días después, es asesinada la actriz Mónica Spear y su esposo en la autopista Puerto Cabello-Valencia, hecho que conmocionó a la opinión pública nacional. Si la quema de la sede del sindicato impacta sobre el colectivo universitario, el segundo hecho impactó sobre el colectivo nacional e internacional que, vía redes sociales, se moviliza en función de llamar la atención sobre lo que ocurre en Venezuela. La inseguridad, se convierte así, en el tema central para convocar a los venezolanos y venezolanas a movilizaciones de calle contra un gobierno que “no hace nada para resguardar la integridad física de las y los venezolanos”. Dieciséis días después, el 23 de Enero, se pronuncian Leopoldo López y María Corina Machado: “El 23 de Enero de hace 56 años un pueblo dijo basta ya de muertos, engaños, de antidemocracia. El pueblo dijo basta ya de militarismo, hoy estamos sometidos a un gobierno que utiliza el poder y la mentira” (…) “El responsable de la crisis que vive Venezuela es el Gobierno. ¡Hoy convocamos a todos los venezolanos a alzar la consciencia! Hacemos un llamado al pueblo, ¡vamos todos a la calle, luchemos por la conquista del cambio!”, y con ese discurso radical, enunciaba López su aspiración de derrocamiento del Gobierno del Presidente Maduro, asumía el liderazgo de la oposición.
En “La Salida”, el imperio resumiría las experiencias recabadas de su derrota del 11 de Abril de 2002 en Venezuela, el golpe contra el Presidente Salvador Allende, la guerra en Siria, Libia, Irak. Una combinación de guerra psicológica, mediática, económica, conjugada con guerra de guerrillas urbanas (güarimbas), indicaban que la opción del derrocamiento por las buenas o por las malas del Presidente Maduro era el fin de “La Salida”. El pueblo venezolano, fue sometido durante 70 días continuos a una intensa guerra de baja intensidad, como la definen los manuales de operaciones del Pentágono. El objetivo final de tal política impulsada por el imperio de los EEUU, solo buscaba enfrentar pueblo contra pueblo, hermanos contra hermanos, utilizar la guerra civil (como en Siria) como mecanismo para justificar la intervención militar de las fuerzas imperiales en territorio patrio suramericano, en la Patria de Bolívar y Chávez.
Las operaciones militares la inician el 12 de Febrero, con una marcha hacia la Fiscalía General de la República, sitio en el cual liberan toda su carga de odio y fascismo contra esa institución del Estado Bolivariano. Al igual que hicieron el pasado 11 de Abril de 2002, la actuación de francotiradores asesinando compatriotas de oposición y de la Revolución dejaban el sello “made in usa” de la contrarrevolución puesta en marcha. El uso de la marca “estudiantes pacíficos”, solo buscaba taparear la violencia con que las hordas fascistas de Voluntad Popular actuaban cada vez que tomaban las calles. Mérida y San Cristóbal, fueron testigos de la violencia fascista en su máxima expresión con el intento de quema de la sede de la Gobernación de Táchira, la participación de factores del paramilitarismo en dichos estados, deja evidencia de la vinculación con el narcotráfico, el contrabandismos y el uribismo. De las marchas “pacíficas” pasaron a la violencia abierta, como lo denunciara en su oportunidad el camarada Vladimir Padrino López, Jefe del CEOFANB: “”2da Fase: continúan ataques selectivos a unidades de transporte público por células paramilitares y terroristas tarifados” y “Terroristas encapuchados incendian unidad mezcladora de cemento. ¿Método selectivo de objetivos?” Y mientras las hordas fascistas libraban su guerra en las calles de nuestra Patria contra las unidades de la GNB y la PNB, prácticamente desarmadas; en el exterior el imperio de los EEUU movía sus piezas para intentar sancionar nuestra Patria por violar DDHH.
Más temprano que tarde, la obra internacional que fue sembrando nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez entre los pueblos del mundo, sería puesta a prueba, el otrora “ministerio de colonias de los EEUU” como lo definió en alguna oportunidad el Comandante Fidel Castro, convocado por la colonia panameña a reunión, recibiría la respuesta solidaria de los pueblos de nuestra América a favor de la Patria de Bolívar y Chávez. 29 votos a favor y 3 en contra (EEUU, Canadá y Panamá) se manifestaron por el "reconocimiento, pleno respaldo y aliento a las iniciativas y los esfuerzos del Gobierno democráticamente electo de Venezuela y de todos los sectores políticos, económicos y sociales para que continúen avanzando en el proceso de diálogo nacional, hacia la reconciliación", con ello se derrotaba la pretensión imperialista de intervenir en los asuntos internos de nuestra Patria.
Esta nueva intentona golpista del imperialismo gringo ha sido derrotada gracias a la conciencia manifiesta del pueblo venezolano y la solidaridad de los pueblos del mundo. El imperialismo no cesará en su intención de barrer de la faz de la tierra a la Revolución Bolivariana. El asesinato del camarada Eliécer Otayza, deja entrever una tercera fase de este golpe continuado y permanente, los asesinatos selectivos tanto de uno como del otro sector político y, por esa vía, impulsar la violencia sectaria como lo llaman en el medio oriente.
La resistencia que ha puesto nuestro pueblo contra las políticas generadoras de violencia de la derecha fascista, requiere un cambio de la estrategia imperialista, algo de eso vivió el pueblo iraquí: “Los ejércitos de EEUU y Reino Unido se enfrentaron a una feroz resistencia, pero sin querer admitir la derrota, cambiaron drásticamente sus tácticas, según describió Seymour Hersh el 15 de diciembre de 2003 en el New Yorker: “Un asesor estadounidense dijo: “La única manera que tenemos de ganar es actuar de manera no convencional. Vamos a tener que jugar a su juego, guerrilla para luchar contra la guerrilla, terrorismo para luchar contra el terrorismo. Tenemos que aterrorizar a los iraquíes hasta que se sometan (…) La operación propuesta por un asesor del Pentágono, y denominada “cacería humana preventiva”, tiene el potencial de convertirse en otro programa Phoenix (Vietnam). (…) Verdaderamente necesitamos una respuesta menos convencional, pero va a ser caótico”.(Seymour M. Hersh, “Moving Targets: will the counter-insurgency plan in Iraq repeat the mistakes of Vietnam?”, The New Yorker, 15 de diciembre de 2003).
El informe final de 2006 de Derechos Humanos de Naciones Unidas, describe las consecuencias de esas políticas para la población de Bagdad, pero no menciona su origen en la política imperialista de los EEUU. La violencia sectaria que afectó a Iraq en 2006 y 2007, no fue una consecuencia involuntaria de la invasión y ocupación estadounidense, sino que fue parte integral de la misma. EEUU socavó deliberadamente la estabilidad y la seguridad en Iraq, en un intento desesperado de aplicar el “divide y vencerás” y de fabricar nuevas justificaciones para la violencia ilimitada contra los iraquíes que continuan rechazando la invasión ilegal y la ocupación de su país. La estrategia del divide y vencerás que hoy implementa el imperio de los EEUU contra el pueblo venezolano, se encamina a propiciar la violencia política como contrapropuesta a la política de Diálogo Nacional, impulsada y propiciada por el Gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro. Debemos estar alertas e incrementar la seguridad del liderazgo nacional, para que hechos como el asesinato del Fiscal valiente Danilo Anderson o del Presidente del Consejo Municipal de Libertador, camarada Eliécer Otayza, no se repitan. Nuestro pueblo debe reflexionar profundamente sobre esas políticas genocidas impulsadas por el imperio de los EEUU y sus ejecutantes en territorio Patrio: Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, colmados de ansiedad por el poder…
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Fuente: Aporrea
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Foto ©questiondigital.com
Henry Escalante |.- La entrada triunfal de nuestra Guardia Nacional Bolivariana a la ciudad de Mérida marca el punto final de las güarimbas, solo comparable esta acción, con la gesta independista librada por el padre Libertador Simón Bolívar allá en 1813, cuando fue recibido calurosamente por el pueblo merideño quien, en un gesto de agradecimiento profundo, el Ayuntamiento emeritense le concede el título de Libertador, al entonces Brigadier Bolívar; presidido entonces, dicho Ayuntamiento, por Don Ignacio De Rivas. “El día 10 de Junio de 1813, Simón Bolívar y su comitiva se alejaron de la Serrana Mérida, marcharon cargados de pertrechos militares, alimentos y morocotas donadas por familias pudientes como contribución a la Causa Independentista. Repletos de satisfacciones y recuerdos continuaron la Admirable travesía en busca del Páramo, específicamente la Villa de Mucuchíes. Montañas arriba, por el viejo camino real, avanzaron venciendo inclinaciones rocosas, caminos empedrados y barrialosos, siempre en paralelo a las orillas del torrentoso Río Chama. Transitaron lentos hasta llegar al sitio de Moconoque en Mucuchíes, Capital del Municipio Rangel de nuestro Estado Mérida, donde sucedió el histórico encuentro con Don Vicente Pino, propietario del Perro Nevado. Pasado el tiempo, llegaron a la Villa de Mucuchíes, donde el pueblo también salió a las calles a tributar Vivas a la Libertad y a ofrecer amistad como testimonio de bienvenida a los desafiantes guerreros. Alboroto y gritería, y donde por encargo de Don Vicente Pino, a través de su hijo Juan José Pino, le fue entregado el Perro Nevado como regalo de un paramero al viajero legendario. El perro llegó con su cuidandero el Indio Francisco Tinjacá, a quien Simón Bolívar le encomendó como servicio el cuidado del animal que permanecería fielmente durante ocho largos años hasta entregar su vida en el Campo de Carabobo en 1821”, según narra el historiador y cronista popular: Jesús María "chuma" Espinoza Marín. Al igual que, en aquellos años de gesta independista, dos siglos y un año después, el pueblo merideño recibe a los herederos de nuestro ejército Libertador: la GNB, que, al igual que antaño, llega a una ciudad para liberarla de terroristas-güarimberos, quienes durante 70 días con sus noches, mantuvieron esa población secuestrada tras sus barricadas de violencia, odio, drogas y extorsión. Se cierra así, un ciclo iniciado el pasado 12 de Febrero, tras el llamado a derrocar al Presidente legítimo Nicolás Maduro por la trilogía del mal: Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, según instrucciones expresas de la embajada de los EEUU.
Esta nueva aventura gringa contra la Revolución Bolivariana, debe ser objeto de estudio por venezolanos y venezolanas. Sacar de esta experiencia el mayor de los aprendizajes a manera de evitar que, nuevamente, el oposicionismo criollo sea impulsado por el imperio de los EEUU en una nueva intentona golpista. Sin duda, valiente el gesto del camarada Presidente Maduro, de encauzar esa oposición organizada hoy en la MUD, en 2002-2003 en la Coordinadora Democrática, hacia canales verdaderamente Democráticos. En esa perspectiva, la política de Diálogo Nacional impulsada por el Gobierno Revolucionario, busca abrirles cauces de participación a la vieja política y políticos cuartorrepublicanos, en la concepción Democrática Participativa y Protagónica proclamada e impulsada, primeramente por nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez Frías y, posteriormente, por el Presidente Nicolás Maduro, plasmada en la Constitución Bolivariana que nos dimos a partir de 1999.
Estimamos, que sería pecar de ingenuos si desligamos a la trilogía del mal del resto de partidos y organizaciones políticas, sindicales, gremiales, la iglesia, medios de comunicación e instituciones del Estado (universidades, gobernaciones y alcaldías) que integran la llamada MUD. El punto de unión que integra todo ese conglomerado corporativo, fueron los resultados electorales del pasado 14 de Abril de 2013. Los resultados obtenidos por la corporación oposicionista, los motivó a repetir la historia de abril de 2002, tomar las riendas del sendero golpista. Dada la corta brecha que separaba ambos candidatos, apenas 234.935 votos ó 1,59 puntos porcentuales entre una y otra candidatura, bastaron para que el candidato perdedor anunciara fraude y, con ello, se iniciara el actual ciclo de violencia que solo tomó una pausa con motivo de las elecciones del 08 de diciembre de 2013, las cuales significaron un descalabro para el oposicionismo que vieron desaparecer de la noche a la mañana, el caudal de votos obtenidos ocho meses antes. La Revolución Bolivariana, se consolidaba con el triunfo en 242 alcaldías y el oposicionismo apenas alcanzaba el triunfo en solo 75 alcaldías. La escasa brecha obtenida en abril, ahora se ensancha al sumar los votos del PSUV y las fuerzas aliadas del Gran Polo Patriótico, alcanzando los 5.277.491 votos contra los 4.423.897 votos obtenidos por la MUD y sus fuerzas aliadas, creciendo a 853.594 votos ó 10 puntos porcentuales de brecha entre ambas fuerzas políticas. Quedaba derrotada la oposición, que planteó dicha elección como un plebiscito contra el Presidente Maduro, a quien siempre calificaron como ilegítimo desde el 14 de Abril. Emergía triunfante, de esta elección, como primera fuerza política de la oposición el partido Voluntad Popular, sumándose a su favor 18 alcaldías, muchas de ellas (16) ganadas en lugares en que el gobierno municipal, era ejercido por alcaldes/alcaldesas del partido de la Revolución: el PSUV. Si en Abril, el oposicionismo ilegitimaba al Presidente Maduro por su triunfo obtenido por escasa brecha ante su contendor, los resultados de Diciembre no dejaban duda de la legitimidad del triunfo revolucionario, obtenido gracias no solo a la campaña realizada por las y los candidatos de la Patria, sino, por una gestión de Gobierno de Calle que fue reunificando al chavismo como fuerza preponderante en nuestra sociedad.
Los resultados del 8D representan para el oposicionismo, desde nuestra interpretación de los mismos, una derrota histórica en toda su línea de flotación. El liderazgo que durante los tres años previos, venía construyendo Capriles Radonski, en apenas ocho meses se diluyó hasta tal punto que, el desafío tanto de Leopoldo López como de María Corina Machado, lo colocó en la retaguardia de los sucesos que estaban por ocurrir meses después de pasado el proceso de elecciones municipales. Paralelamente a los sucesos en la Venezuela Bolivariana, el imperio impulsaba con fuerza el golpe en Ucrania. Así, como meses antes, Leopoldo López se daba a la tarea de destruir la estatua del Comandante Fidel Castro en la población de El Amparo en el Estado Apure, por ser “enemigo de la paz” según explicaba en su facebook. Apenas culminado el proceso del 8D, las hordas fascistas ucranianas se dedicaban a destruir las estatuas de Lenin, mientras las campañas contra Rusia se incrementaban; aquí en nuestra Patria, las campañas contra Cuba retomaban aliento. Las similitudes entre ambos procesos en marcha era sorprendente, la marca “made in usa” era evidente. Ya en 2010, fuimos testigos de acciones similares, la destrucción de estatuas de Sadam Hussein en Irak en los días previos a la bárbara invasión imperialista y el genocidio de ese pueblo. Ese tipo de acciones, destrucción de estatuas, no son nada inocentes ni producto de la inmadurez de quienes las realizan, en el caso iraquí la misma fue ideada y ejecutada por la unidad de operaciones psicológicas del ejército invasor gringo, según publicó el diario Ángeles Times, tenía un objetivo concreto: promover entre la opinión pública de los países invasores la falsa idea que sus países realizaban una guerra de liberación. Dicha acción, reproduce la destrucción de la estatua del zar Nicolás II, durante la Revolución rusa de 1917, y busca asociar la fingida y prefabricadas protestas en Irak, Ucrania o Venezuela, con las justas reivindicaciones de los hambrientos obreros/obreras, campesinos/campesinas y militares rusos. Los vínculos estrechos entre López y el imperio, su amo, son más que evidentes al verlo en acción destruyendo estatuas.
Cuatro derrotas consecutivas, se convirtieron en la evidencia más palpable, para el imperio, que un cambio de liderazgo en la oposición apátrida era más que urgente. La confrontación a lo interno de la MUD, obligaba a los contendientes al liderazgo de Capriles mayor beligerancia y proyección mediática. La distención ganada por el Presidente Maduro en su encuentro con los Alcaldes de oposición y algunos gobernadores, cayó muy mal en las altas esferas del poder en Washington. La sola posibilidad que el liderazgo del Presidente Maduro se consolidara, la esperanza que las políticas de “caos económico” puestas en marcha desde cerca de un año antes hubiesen mellado la popularidad gubernamental, la puesta en marcha por el Gobierno Revolucionario de la Ley Habilitantes, la Ley de Precios Justos y la Ofensiva Económica, la unidad suramericana y caribeña que se solidificaba desafiante al poder imperial, se convirtieron en causales suficientes para que los factores de poder en los EEUU, se decidieran por “La Salida” del gobierno legítimo que nos dimos los venezolanos y venezolanas, a partir del pasado 14 de Abril de 2013. Las justificaciones de “La Salida”, la conseguirían en una serie de problemas que venían acentuándose artificialmente por parte de los factores oposicionistas: la inseguridad, especulación y desabastecimiento, ilegitimidad del llamado “régimen”.
El día 05 de enero, iniciando el año, queman la sede del sindicato de trabajadores y trabajadoras de la UCV, simulando un robo. Tal hecho, se propaga en nuestras universidades y se activan asambleas estudiantiles para discutir el tema de la inseguridad a lo interno de esas instituciones del Estado, cuya garantía -por mandato de Ley- reside en las autoridades universitarias que han obviado el problema, diluyendo su responsabilidad en el Gobierno del Presidente Maduro a quien acusan de no hacer nada, cuando es de su exclusiva competencia esa responsabilidad. Dos días después, es asesinada la actriz Mónica Spear y su esposo en la autopista Puerto Cabello-Valencia, hecho que conmocionó a la opinión pública nacional. Si la quema de la sede del sindicato impacta sobre el colectivo universitario, el segundo hecho impactó sobre el colectivo nacional e internacional que, vía redes sociales, se moviliza en función de llamar la atención sobre lo que ocurre en Venezuela. La inseguridad, se convierte así, en el tema central para convocar a los venezolanos y venezolanas a movilizaciones de calle contra un gobierno que “no hace nada para resguardar la integridad física de las y los venezolanos”. Dieciséis días después, el 23 de Enero, se pronuncian Leopoldo López y María Corina Machado: “El 23 de Enero de hace 56 años un pueblo dijo basta ya de muertos, engaños, de antidemocracia. El pueblo dijo basta ya de militarismo, hoy estamos sometidos a un gobierno que utiliza el poder y la mentira” (…) “El responsable de la crisis que vive Venezuela es el Gobierno. ¡Hoy convocamos a todos los venezolanos a alzar la consciencia! Hacemos un llamado al pueblo, ¡vamos todos a la calle, luchemos por la conquista del cambio!”, y con ese discurso radical, enunciaba López su aspiración de derrocamiento del Gobierno del Presidente Maduro, asumía el liderazgo de la oposición.
En “La Salida”, el imperio resumiría las experiencias recabadas de su derrota del 11 de Abril de 2002 en Venezuela, el golpe contra el Presidente Salvador Allende, la guerra en Siria, Libia, Irak. Una combinación de guerra psicológica, mediática, económica, conjugada con guerra de guerrillas urbanas (güarimbas), indicaban que la opción del derrocamiento por las buenas o por las malas del Presidente Maduro era el fin de “La Salida”. El pueblo venezolano, fue sometido durante 70 días continuos a una intensa guerra de baja intensidad, como la definen los manuales de operaciones del Pentágono. El objetivo final de tal política impulsada por el imperio de los EEUU, solo buscaba enfrentar pueblo contra pueblo, hermanos contra hermanos, utilizar la guerra civil (como en Siria) como mecanismo para justificar la intervención militar de las fuerzas imperiales en territorio patrio suramericano, en la Patria de Bolívar y Chávez.
Las operaciones militares la inician el 12 de Febrero, con una marcha hacia la Fiscalía General de la República, sitio en el cual liberan toda su carga de odio y fascismo contra esa institución del Estado Bolivariano. Al igual que hicieron el pasado 11 de Abril de 2002, la actuación de francotiradores asesinando compatriotas de oposición y de la Revolución dejaban el sello “made in usa” de la contrarrevolución puesta en marcha. El uso de la marca “estudiantes pacíficos”, solo buscaba taparear la violencia con que las hordas fascistas de Voluntad Popular actuaban cada vez que tomaban las calles. Mérida y San Cristóbal, fueron testigos de la violencia fascista en su máxima expresión con el intento de quema de la sede de la Gobernación de Táchira, la participación de factores del paramilitarismo en dichos estados, deja evidencia de la vinculación con el narcotráfico, el contrabandismos y el uribismo. De las marchas “pacíficas” pasaron a la violencia abierta, como lo denunciara en su oportunidad el camarada Vladimir Padrino López, Jefe del CEOFANB: “”2da Fase: continúan ataques selectivos a unidades de transporte público por células paramilitares y terroristas tarifados” y “Terroristas encapuchados incendian unidad mezcladora de cemento. ¿Método selectivo de objetivos?” Y mientras las hordas fascistas libraban su guerra en las calles de nuestra Patria contra las unidades de la GNB y la PNB, prácticamente desarmadas; en el exterior el imperio de los EEUU movía sus piezas para intentar sancionar nuestra Patria por violar DDHH.
Más temprano que tarde, la obra internacional que fue sembrando nuestro Comandante Infinito Hugo Chávez entre los pueblos del mundo, sería puesta a prueba, el otrora “ministerio de colonias de los EEUU” como lo definió en alguna oportunidad el Comandante Fidel Castro, convocado por la colonia panameña a reunión, recibiría la respuesta solidaria de los pueblos de nuestra América a favor de la Patria de Bolívar y Chávez. 29 votos a favor y 3 en contra (EEUU, Canadá y Panamá) se manifestaron por el "reconocimiento, pleno respaldo y aliento a las iniciativas y los esfuerzos del Gobierno democráticamente electo de Venezuela y de todos los sectores políticos, económicos y sociales para que continúen avanzando en el proceso de diálogo nacional, hacia la reconciliación", con ello se derrotaba la pretensión imperialista de intervenir en los asuntos internos de nuestra Patria.
Esta nueva intentona golpista del imperialismo gringo ha sido derrotada gracias a la conciencia manifiesta del pueblo venezolano y la solidaridad de los pueblos del mundo. El imperialismo no cesará en su intención de barrer de la faz de la tierra a la Revolución Bolivariana. El asesinato del camarada Eliécer Otayza, deja entrever una tercera fase de este golpe continuado y permanente, los asesinatos selectivos tanto de uno como del otro sector político y, por esa vía, impulsar la violencia sectaria como lo llaman en el medio oriente.
La resistencia que ha puesto nuestro pueblo contra las políticas generadoras de violencia de la derecha fascista, requiere un cambio de la estrategia imperialista, algo de eso vivió el pueblo iraquí: “Los ejércitos de EEUU y Reino Unido se enfrentaron a una feroz resistencia, pero sin querer admitir la derrota, cambiaron drásticamente sus tácticas, según describió Seymour Hersh el 15 de diciembre de 2003 en el New Yorker: “Un asesor estadounidense dijo: “La única manera que tenemos de ganar es actuar de manera no convencional. Vamos a tener que jugar a su juego, guerrilla para luchar contra la guerrilla, terrorismo para luchar contra el terrorismo. Tenemos que aterrorizar a los iraquíes hasta que se sometan (…) La operación propuesta por un asesor del Pentágono, y denominada “cacería humana preventiva”, tiene el potencial de convertirse en otro programa Phoenix (Vietnam). (…) Verdaderamente necesitamos una respuesta menos convencional, pero va a ser caótico”.(Seymour M. Hersh, “Moving Targets: will the counter-insurgency plan in Iraq repeat the mistakes of Vietnam?”, The New Yorker, 15 de diciembre de 2003).
El informe final de 2006 de Derechos Humanos de Naciones Unidas, describe las consecuencias de esas políticas para la población de Bagdad, pero no menciona su origen en la política imperialista de los EEUU. La violencia sectaria que afectó a Iraq en 2006 y 2007, no fue una consecuencia involuntaria de la invasión y ocupación estadounidense, sino que fue parte integral de la misma. EEUU socavó deliberadamente la estabilidad y la seguridad en Iraq, en un intento desesperado de aplicar el “divide y vencerás” y de fabricar nuevas justificaciones para la violencia ilimitada contra los iraquíes que continuan rechazando la invasión ilegal y la ocupación de su país. La estrategia del divide y vencerás que hoy implementa el imperio de los EEUU contra el pueblo venezolano, se encamina a propiciar la violencia política como contrapropuesta a la política de Diálogo Nacional, impulsada y propiciada por el Gobierno legítimo del Presidente Nicolás Maduro. Debemos estar alertas e incrementar la seguridad del liderazgo nacional, para que hechos como el asesinato del Fiscal valiente Danilo Anderson o del Presidente del Consejo Municipal de Libertador, camarada Eliécer Otayza, no se repitan. Nuestro pueblo debe reflexionar profundamente sobre esas políticas genocidas impulsadas por el imperio de los EEUU y sus ejecutantes en territorio Patrio: Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, colmados de ansiedad por el poder…
| Por: Henry Escalante/ Aporrea.org
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Fuente: Aporrea
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