Los Cuatro Acuerdos de Don Miguel Ruiz - Resumen y Citas - cuatro conclusiones

Los Cuatro Acuerdos de Don Miguel Ruiz - Resumen y Citas - cuatro conclusiones

27-04-2023
                                    

Agencias |.- Los Cuatro Acuerdos - Resumen

1. El primer acuerdo: sé impecable con tu palabra

Ser impecable con tu palabra no es usar la palabra contra ti mismo. Si te veo en la calle y te llamo estúpido, parece que estoy usando la palabra en tu contra. Pero realmente estoy usando mi palabra contra mí mismo, porque me vas a odiar por esto, y que me odies no es bueno para mí. Por lo tanto, si me enfado y con mi palabra te envío todo ese veneno emocional, estoy usando la palabra en mi contra. Si me amo expresaré ese amor en mis interacciones contigo, y entonces estoy siendo impecable con la palabra, porque esa acción producirá una reacción similar. Si te amo, entonces me amarás. Si te insulto, me insultarás. Si tengo gratitud por ti, tú tendrás gratitud por mí. Si soy egoísta contigo, tú serás egoísta conmigo. Si uso la palabra para hechizarte, vas a hechizarme.

Mirando las interacciones humanas cotidianas, imagina cuántas veces nos lanzamos hechizos con nuestra palabra. Con el tiempo, esta interacción se ha convertido en la peor forma de magia negra, y lo llamamos chisme. El chisme es magia negra en su peor expresión porque es puro veneno. Aprendimos a chismear por acuerdo. Cuando éramos niños, escuchábamos a los adultos que nos rodeaban chismorrear todo el tiempo, dando abiertamente sus opiniones sobre otras personas. Incluso tenían opiniones sobre personas que no conocían. El veneno emocional se transfirió junto con las opiniones, y aprendimos esto como la forma normal de comunicarnos. El chisme se ha convertido en la principal forma de comunicación en la sociedad humana. Se ha convertido en la forma en que nos sentimos cerca unos de otros, porque nos hace sentir mejor ver a alguien más sentirse tan mal como nosotros.

Usando la analogía de la mente humana como una computadora, el chisme puede compararse con un virus informático. Un virus informático es una pieza de lenguaje informático escrito en el mismo idioma en el que están escritos todos los demás códigos, pero con una intención dañina. Una pequeña información errónea puede romper la comunicación entre las personas, causando que cada persona que toca se infecte y contagie a los demás. Imagina que cada vez que otros te chismean, insertan un virus informático en tu mente, lo que hace que pienses con un poco menos de claridad cada vez.

Solo recibirás una idea negativa si tu mente es terreno fértil para esa idea. Cuando te vuelves impecable con tu palabra, tu mente deja de ser terreno fértil para las palabras que provienen de la magia negra. En cambio, es fértil para las palabras que vienen del amor.

2. El segundo acuerdo: no tomar nada personalmente

El segundo acuerdo es no tomar nada personalmente. Pase lo que pase a tu alrededor, no lo tomes como algo personal. Usando un ejemplo anterior, si te veo en la calle y te digo: “Oye, qué tonto eres”, sin conocerte, no se trata de ti; Es sobre mi. Si te lo tomas como algo personal, entonces quizás creas que eres un estúpido. Tal vez pienses para ti mismo, “¿Cómo lo sabe? ¿Es clarividente o todos pueden ver lo estúpido que soy? Te lo tomas como algo personal porque estás de acuerdo con lo que se dijo. Tan pronto como aceptas, el veneno te atraviesa y te atrapan en el sueño del infierno. Lo que hace que estés atrapado es lo que llamamos importancia personal. La importancia personal, o tomarse las cosas personalmente, es la máxima expresión del egoísmo porque asumimos que todo se trata de “yo”. Durante el período de nuestra educación, o nuestra domesticación, aprendemos a tomar todo personalmente. Creemos que somos responsables de todo. ¡Yo, yo, yo, siempre yo!

Nada de lo que hacen los demás es por ti. Es por ellos mismos. Todas las personas viven en su propio sueño, en su propia mente; están en un mundo completamente diferente de aquel en el que vivimos. Cuando tomamos algo personalmente, asumimos que saben lo que hay en nuestro mundo, y tratamos de imponer nuestro mundo en su mundo. Incluso cuando una situación parece tan personal, incluso si otros te insultan directamente, no tiene nada que ver contigo. Lo que dicen, lo que hacen y las opiniones que dan están de acuerdo con los acuerdos que tienen en sus propias mentes. Su punto de vista proviene de toda la programación que recibieron durante la domesticación.

Si alguien te da una opinión y te dice: “Oye, te ves tan gordo”, no lo tomes como algo personal, porque la verdad es que esa persona está lidiando con sus propios sentimientos, creencias y opiniones. Esa persona trató de enviarte veneno y si lo tomas como algo personal, entonces tomas ese veneno y se convierte en tuyo. Tomar las cosas personalmente te convierte en presa fácil para estos depredadores, los magos negros. Pueden engancharte fácilmente con una pequeña opinión y alimentarte con el veneno que quieran, y como te lo tomas como algo personal, te lo comes. Te comes toda su basura emocional, y ahora se convierte en tu basura. Pero si no te lo tomas como algo personal, eres inmune en medio del infierno. La inmunidad al veneno en medio del infierno es el regalo de este acuerdo. Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y tu reacción es defender tus creencias y crear conflictos. Haces algo grande de algo tan pequeño, porque tienes la necesidad de tener razón y hacer que todos los demás estén equivocados. También te esfuerzas por tener razón dándoles tus propias opiniones. De la misma manera, cualquier cosa que sientas y hagas es solo una proyección de tu propio sueño personal, un reflejo de tus propios acuerdos. Lo que dices, lo que haces y las opiniones que tienes están de acuerdo con los acuerdos que has hecho, y estas opiniones no tienen nada que ver conmigo.


3. El tercer acuerdo: no haga suposiciones

Tenemos la tendencia a hacer suposiciones sobre todo. El problema de hacer suposiciones es que creemos que son la verdad. Podríamos jurar que son reales. Hacemos suposiciones sobre lo que otros están haciendo o pensando, lo tomamos como algo personal, luego los culpamos y reaccionamos enviando veneno emocional con nuestra palabra. Es por eso que cada vez que hacemos suposiciones, estamos buscando problemas. Hacemos una suposición, lo malinterpretamos, lo tomamos como algo personal y terminamos creando un gran drama por nada. Toda la tristeza y el drama que ha vivido en su vida tiene sus raíces en hacer suposiciones y tomarse las cosas como algo personal. Tómese un momento para considerar la verdad de esta afirmación. Toda la guerra de control entre humanos se trata de hacer suposiciones y tomar las cosas personalmente.

Debido a que tenemos miedo de pedir una aclaración, hacemos suposiciones y creemos que tenemos razón sobre las suposiciones; luego defendemos nuestras suposiciones y tratamos de hacer que alguien más esté equivocado. Siempre es mejor hacer preguntas que hacer una suposición, porque las suposiciones nos preparan para el sufrimiento.

Sólo vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír. No percibimos las cosas como son. Tenemos la costumbre de soñar sin base en la realidad. Literalmente soñamos cosas en nuestra imaginación. Debido a que no entendemos algo, hacemos una suposición sobre el significado, y cuando la verdad sale a la luz, la burbuja de nuestro sueño revienta y descubrimos que no era en absoluto lo que pensábamos que era. Un ejemplo: Estás caminando en el centro comercial y ves a una persona que te gusta. Esa persona se vuelve hacia ti y sonríe, y luego se aleja. Puedes hacer muchas suposiciones solo por esta experiencia. Con estas suposiciones se puede crear toda una fantasía. Y realmente quieres creer esta fantasía y hacerla realidad. Todo un sueño comienza a formarse solo a partir de tus suposiciones, y puedes creer: "Oh, realmente le gusto a esta persona". En tu mente, toda una relación comienza a partir de eso. Tal vez incluso te cases en esta tierra de fantasía. Pero la fantasía está en tu mente, en tu sueño personal.

4. El Cuarto Acuerdo - Haz siempre lo mejor que puedas

Solo hay un acuerdo más, pero es el que permite que los otros tres se conviertan en hábitos profundamente arraigados. El cuarto acuerdo trata sobre la acción de los tres primeros: Haz siempre lo mejor que puedas. Bajo cualquier circunstancia, haz siempre lo mejor que puedas, ni más ni menos. Pero ten en cuenta que lo mejor de ti nunca va a ser el mismo de un momento a otro. Todo está vivo y cambiando todo el tiempo, por lo que lo mejor de ti a veces será de alta calidad y otras veces no será tan bueno. Cuando te despiertes renovado y lleno de energía por la mañana, lo mejor de ti será mejor que cuando estés cansado por la noche. Lo mejor de ti será diferente cuando estés sano y no enfermo, o sobrio y no borracho. Lo mejor de ti dependerá de si te sientes maravilloso y feliz, o molesto, enojado o celoso. En tus estados de ánimo cotidianos, lo mejor de ti puede cambiar de un momento a otro, de una hora a la siguiente, de un día a otro. Lo mejor de ti también cambiará con el tiempo. A medida que construyas el hábito de los cuatro nuevos acuerdos, lo mejor de ti será mejor de lo que solía ser.

Independientemente de la calidad, sigue haciendo lo mejor que puedas, ni más ni menos que lo mejor que puedas. Si te esfuerzas demasiado por hacer más de lo mejor que puedes, gastarás más energía de la necesaria y, al final, lo mejor que puedas no será suficiente. Cuando te excedes, agotas tu cuerpo y vas contra ti mismo, y te llevará más tiempo lograr tu objetivo. Pero si hace menos de lo mejor que puede, se somete a frustraciones, autocrítica, culpa y arrepentimiento. Haz lo mejor que puedas, en cualquier circunstancia de tu vida. No importa si estás enfermo o cansado, si siempre haces lo mejor que puedes, no hay manera de que puedas juzgarte a ti mismo. Y si no te juzgas a ti mismo, de ninguna manera vas a sufrir de culpa, reproche y autocastigo. Al hacer siempre lo mejor que puedas, romperás un gran hechizo en el que has estado.

Tres frases de Don Miguel Ruiz

1. Tenemos la necesidad de ser aceptados y amados por los demás, pero no podemos aceptarnos y amarnos a nosotros mismos. Cuanto más amor propio tengamos, menos experimentaremos el abuso de nosotros mismos. El abuso de uno mismo proviene del autorrechazo, y el autorrechazo proviene de tener una imagen de lo que significa ser perfecto y nunca estar a la altura de ese ideal. Nuestra imagen de perfección es la razón por la que nos rechazamos a nosotros mismos; es por eso que no nos aceptamos a nosotros mismos como somos, y por qué no aceptamos a los demás como son.

2. Nunca eres responsable de las acciones de los demás; solo eres responsable de ti.

Cuando realmente entiendes esto y te niegas a tomar las cosas como algo personal, es difícil que te lastimen los comentarios o las acciones descuidadas de los demás.

3. Tu amor no cambiará a nadie. Si otros cambian, es porque quieren cambiar, no porque tú puedas cambiarlos.

Libros similares a Los cuatro acuerdos

Si te gustó "Los cuatro acuerdos" de Don Miguel Ruiz, es posible que disfrutes los siguientes libros que también abordan temas de crecimiento personal y espiritualidad:

1. "El quinto acuerdo" - Don Miguel Ruiz y Don José Ruiz

2. "Los 5 lenguajes del amor" - Gary Chapman

3. "Las nueve revelaciones" - James Redfield

4. "El alquimista" - Paulo Coelho

5. "El poder del ahora" - Eckhart Tolle

6. "Los siete hábitos de las personas altamente efectivas" - Stephen Covey

7. "Usted puede sanar su vida" - Louise L. Hay

8. "El camino menos transitado" - M. Scott Peck

9. "Conversaciones con Dios" - Neale Donald Walsch

10. "El caballero de la armadura oxidada" - Robert Fisher

Estas obras comparten temas de autoayuda, autoconocimiento, y espiritualidad que te pueden resultar interesantes e inspiradores.

| Agencias

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