¡Histórico! El Real Madrid es derrotado en la Champions League por un pequeño y novato Sheriff de Moldavia

¡Histórico! El Real Madrid es derrotado en la Champions League por un pequeño y novato Sheriff de Moldavia

28.09.2021
                                    
Redpres |.- Un choque histórico ha sacudido el universo del fútbol. El epicentro, el Bernabéu monumental. El equipo más totémico de la Copa de Europa sucumbió 2-1 a un aprendiz de rival con un nombre que es, para muchos, una broma. La actuación del Sheriff moldavo, un novato en la pasarela de campeones, dejó el fútbol en sorpresa. El Madrid llegó tarde al partido. En desventaja, lanzó todo tipo de bombas de racimo en el territorio del principal héroe de la noche, el portero Athanasiadis.

Fue su noche de este martes, como la de muchos de sus alguaciles que resistieron con conmovedora fe. Tanto es así que en el minuto 89, cuando el Madrid tomó la estancia de invitados, un luxemburgués Sébastien Thill Real de 27 años, el propio Real, dio los últimos toques con un remate diabólico. Fútbol con su lógica ilógica. El club de Transdniéster es el líder preeminente de un grupo por el que luchan el Madrid y el Inter, dos campeones de Europa, dos pioneros.


Tanto lío con el Sheriff que el Real Madrid tardó media hora en demostrar que no ganaría antes de jugar. Menos aún si el juego se reuniera en chancletas. Cada madridista siguió su camino hasta que Yakhshiboev capturó un titular triunfal sin estar en una jaula. Tampoco nadie enchironó a Cristiano, un lateral con escuadra y bisel a la izquierda del que ya se debería advertir al Madrid.

No por su resonancia nostálgica, sino porque fue este Cristiano quien asistió de igual forma a sus compañeros en los dos goles ante el Shakhtar en la primera jornada. En Chamartín, con la gente reencontrada con la Champions League en la casa madre, 0-1. Sorpresa general. Nada de bromas. El sheriff, un hombre modesto dispuesto a improvisar el honor. Un equipo sin un solo futbolista que puede presumir de haber jugado ni un segundo en la Champions League antes de esta temporada.


Ancelotti arrancó a Camavinga y Valverde con Casemiro y dejó que Hazard corriera libre de extremos. Tonelaje para el eje y sombrero de copa para el ataque. Ni lo uno ni lo otro. Empezando por un Madrid temerario, sin estructura. Todos fueron Camavinga, de aquí a entonces, no siempre significativos. Enfrente, el campeón de Moldavia novato, un equipo aéreo elemental, pero apretado en la gabardina, piernas firmes y esperando una cometa. Sin espinazo, ante la emboscada del uzbeko Yakhshiboev, el Real apenas logró molestar a los muchachos del sheriff con un tiro libre lanzado por Benzema. Todo estaba confuso en Real. Simplemente, la lógica debería prevalecer por sí misma. El ejecutivo ucraniano Yuriy Vernydub estaba decidido a rebelarse contra el deductivo. Especialmente con 0-1.


Desde el propósito de la visita, el alguacil fue alcanzado por un convoy en la parte superior. No era que Madrid se convirtiera en Versalles, pero él tocaba la batería. Delante, Hazard como una percha. En el último cuarto de hora del primer acto, una catarata de oportunidades para los locales. Un calvario para el guardia Athanasiadis, que recibió latigazos por todos lados. En cabeza hasta el gol, Benzema, Hazard, Vinicius, Nacho, Casemiro, Miguel ... Una escuadra al ataque, pero con demasiado abuso en los centros laterales. No había fórceps en el corredor central, bien gobernado por el colombiano Arboleda y el peruano Dulanto.

Entre pico y pico, otra alarma para el Madrid. Un mal despeje del pie de Courtois le dio otra oportunidad a Yakhshiboev. Esta vez, el golpe comenzó con un dedal.

De regreso del descanso, más de lo mismo. El Sheriff encapsulado, Athanasiadis iluminado y la caballería blanca liberada. Nada para formular el juego, llevado en el pecho, sin gaitas tácticas. Nadie interpretó la banalidad de la batería de bombas al área del portero griego como Vinicius. El brasileño, a lo suyo. Pelota en el pie, finta, bici y de frente. Así que decepcionó a la selección moldava cuando Costanza sacó la cadena con un toque por detrás. El VAR no condenó nada. Vinicius no se desesperó, quien en un instante inventó otro truco. Se infiltró entre dos oponentes y Addo lo envió al suelo. Esta vez, VAR tuvo un ojo diferente. Benzema, tan certero como potente desde el punto de penalti, selló el empate.

El 1-1 no cambió los planes de Ancelotti, que ya había ordenado cuatro cambios simultáneos. La Revolución: con Kroos, Modric, Jovic y Rodrygo de Hazard, Nacho, Miguel y Casemiro. Camavinga y Valverde se utilizaron como laterales ortopédicos, Jovic se fue antes de Benzema, Rodrygo se fue a la banda derecha y Kroos y Modric se quedaron como los únicos a cuatro. Las bocinas sonaron en el Bernabéu cuando nuevamente Cristiano, el otro Cristiano, bajó por la izquierda, puso el compás en su geométrico zurdo y Bruno golpeó a Courtois. Patidifuso chamartín.

La afición recobró el aliento cuando el VAR lanzó las líneas y se notó que Bruno estaba en fuera de juego. El que nunca estuvo en su lugar fue el grado de Athanasiadis, tan ágil con las manos como con los pies. Para el pie Thill. El duelo con la Real se desvaneció, cada vez más apurado hacia la portería rival cuando el inesperado luxemburgués estrelló la red de Courtois con un disparo atronador. El sheriff de la conquista del paraíso.

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